Las autoridades de Tampa, Florida, informaron sobre el asesinato a tiros de un niño de siete años durante las celebraciones del pasado 4 de julio.
El reporte policial señala que el incidente se registró en el bloque 8500 de la Courtney Campbell Causeway en la mencionada ciudad, en una zona cercana a la playa, donde dos grupos de personas terminaron provocando un altercado que terminó en un tiroteo.
El medio NBC Miami indicó que la policía recibió un llamado denunciando un tiroteo en una rampa para embarcaciones en la playa Ben T. Davis alrededor de las 8:30 p.m.
Algunos de los testigos informaron a la policía que un grupo se molestó porque otras personas estaban montando motocicletas acuáticas muy cerca de la orilla, donde había niños jugando en el agua.
Esto ocasionó un enfrentamiento entre los dos grupos, el cual fue subiendo de nivel hasta que se desataron los disparos.
Durante el tiroteo, el abuelo del menor se metió a una camioneta junto a este, pero una bala penetró el vehículo, hiriendo a ambos.
La bala hirió al anciano en el dedo de una mano y atravesó la cabeza del menor mientras ambos se escondían dentro de la camioneta.
Después del tiroteo, el niño fue llevado de emergencia a un hospital cercano, pero este fue declarado muerto.
El Jefe Adjunto de Investigaciones y Apoyo, Calvin Johnson, indicó en una conferencia de prensa que este tipo de situaciones ocurren cuando los ciudadanos actúan de manera irresponsable.
“Este incidente en Courtney Campbell Causeway se suma a lo que ha estado sucediendo cuando la gente no es responsable con sus armas de fuego. Tenemos que hacerlo mejor como comunidad, realmente como americanos”.
Por su parte, el jefe de policía de Tampa, Lee Bercaw, lamentó lo ocurrido, enviando sus condolencias a la familia del menor asesinado. De igual manera, afirmó que las autoridades están buscando a todos los implicados en este tiroteo.
“Nuestros pensamientos están con la familia de este niño inocente. Nuestros detectives trabajarán sin descanso hasta que todos los implicados sean identificados y detenidos”.
La muerte de este menor se suma a las ocurridas durante las celebraciones del 4 de julio. Solo en Washington, nueve personas, entre ellas dos menores, resultaron baleadas esa noche, mientras que, en 2022, la celebración más violenta ocurrió en Highland Park, Illinois, donde se registraron seis fallecidos y al menos 31 heridos durante un desfile.
