Gallitos de Sancti Spíritus son los campeones de la Sub-23
El conjunto espirituano, dirigido por Eriel Sánchez, se alzó por primera vez con el título de la pelota nacional categoría sub-23 en esta la sexta edición del campeonato. Los “gallitos” no dieron tregua en la final y barrieron tres victorias a cero a su similar de Cienfuegos.
Resultó una victoria inobjetable con un marcador holgado de siete por cero siendo visitantes en el 5 de septiembre de la Perla del Sur, pues ya habían vencido sus dos primeros partidos en casa.
Si un héroe tuvo el choque fue el zurdo de Cabaiguán, Edelso Montesino, pues lanzó casi toda la ruta (ocho entradas) con un total de 112 pelotas hacia el plato, con una gran curva que mareó a los sureños. Solo permitió cuatro hits al tiempo que ponchaba a nueve.
“Sabía que me tocaba lanzar, me preparé para eso, ya luego de pasar el tercero y cuarto capítulos como que soy otro lanzador y hoy todo me salió bien”, confesó Montesino.
Fue en la quinta entrada cuando los espirituanos se soltaron a batear con doblete de Diasmany Palacios, base a Loidel Rodríguez, y sencillos de Adrián García y Rodolexis Moreno.
A la ofensiva sobresalieron Rodolexis Moreno, de cinco-dos y dos impulsadas, y Palacios, de cuatro-dos, un par de dobletes y dos anotadas, además de Rodríguez, cuyo doblete fletó dos anotaciones.
La victoria final es aún más meritoria si se tiene en cuenta que no pudieron contar con cinco hombres importantes desde el inicio del play-off: Geisel Cepeda, Yunior Ibarra y Pedro Álvarez fueron llamados a la preselección nacional y Alberto Rodríguez se fue del país.
“Quiero dar las gracias por esta bienvenida, tres o cuatro horas no es nada para 40 años esperando por un resultado como este, quiero agradecer a todo el que ha tenido que ver con este triunfo, principalmente al pelotero principal del equipo, que es el equipo completo y también a las máximas autoridades del Partido y el Gobierno de la provincia que no me dejaron descansar porque este trofeo tenía que venir para aquí”, dijo Eriel Sánchez tras la llegada de los campeones a tierras espirituanas donde lo esperaba una multitud.