Habla uno de los estudiantes lesionados tras el derrumbe de un mural en Sancti Spíritus
El joven Javier Enrique Pino Burgos, uno de los tres estudiantes que resultaron lesionados durante el derrumbe de un mural en Sancti Spíritus a inicios de enero, contó que no hicieron nada fuera de lo extraordinario sobre el muro, por lo que no se explica por qué se cayó encima de ellos.
De igual manera, explicó que se acostó por un momento para sacarse una fotografía con su teléfono celular, pero esto fue suficiente para que la estructura se venciera.
“Estábamos esperando la caravana y nos dice el profesor que nos echáramos para atrás, porque los carros estaban pasando muy rápido. Nos fuimos a buscar sombra, porque en la acera había sol igual y uno va y se sienta en los ladrillitos esos que hay en el piso”, dijo al medio estatal Escambray.
El estudiante indicó que Manuel Enrique, el joven que mayor daño recibió durante el incidente, se encontraba sentado, y no tuvo tiempo de reaccionar ante lo ocurrido ese 6 de enero.
“Manuel estaba sentado; yo, parado cerca de él, de frente, pero no mirando para el mural y, el otro, Lázaro, fue a tirarse una foto (…) se recostó y ya, nos cayó todo arriba. Él lo que hizo fue poner la mano”, dijo el joven, quien aún mantiene inmovilizada su pierna izquierda debido al daño que recibió durante el derrumbe.
El adolescente también dijo que, luego de que ocurriera el derrumbe, uno de sus profesores y el director de la escuela ayudaron a quitar los escombros de encima de los menores, trasladándolos posteriormente a una zona más segura lejos del mural.
Los estudiantes fueron hospitalizados, mientras que el Ministerio del Interior (Minint) inició una investigación sobre lo ocurrido, como si fuera un misterio que la falta de mantenimiento a las estructuras de la Isla provocan derrumbes a lo largo del país.
El mural, irónicamente llamado “Resistencia”, provocó polémica a la hora de su construcción, pues este se encontraba sin concluir al momento de su derrumbe por presuntos problemas de pagos a la empresa encargada del proyecto.
La estructura se valoró en unos 843.000 pesos cubanos (CUP) y se construyó hace menos de un año, pero atrasos en el segundo corte de pago, por más de 317.000 CUP, provocaron que la empresa estatal a su cargo fuera demandada ante la Sección Mercantil del Tribunal Municipal de Sancti Spíritus.
La nota oficialista señala que la construcción del mural llevaba frenada unos dos meses antes del incidente, debido también a la falta de materiales que aflige al país desde hace años.