Incendios forestales: Cuba ha perdido casi 14.000 hectáreas de bosque en los primeros meses del año

Las autoridades castristas han reconocido que los incendios forestales en Cuba han sido un problema prominente este año, pues más de 600 siniestros han acabado con casi 14.000 hectáreas de bosques en la Isla durante los primeros cinco meses del 2023.

De acuerdo con el Cuerpo de Guardabosques, los 613 incendios no solo han acabado con 13.980 hectáreas de bosques, sino también con  489,50 hectáreas de herbazales de ciénaga.

Las estadísticas publicadas la oficialista Agencia Cubana de Noticias (ACN) señala que el número de incendios registrados este año es 2,1 veces mayor al registrado a finales de 2022, cuando hubo solo 284.

Los bomberos de la Isla señalaron que la mayoría de estos siniestros comenzaron en la provincia de Pinar del Río (141), mientras que otros 79 ocurrieron en Holguín, 69 en Isla de la Juventud, 45 en Artemisa y otros 40 en Matanzas.

De estos incendios, 11 fueron calificados como “de grandes proporciones” en Pinar del Río, Ciego de Ávila, Las Tunas, Holguín y Guantánamo.

Otros seis de los siniestros fueron clasificados como “muy grandes”, entre ellos el que afectó a Pinares de Mayarí, mismo que tardó 28 días en ser apagado por la lluvia.

En conjunto, los incendios de grandes proporciones y los muy grandes acabaron con 9.340 hectáreas de bosque en la Isla, lo que representa un 73,15% del total de vegetación afectada.

Los bomberos de la Isla señalan que los primeros tres meses del año fueron los que registraron más siniestros, pues corresponden con la época más calurosa y seca del año.

Las autoridades atribuyeron el 96% de los incendios a “negligencias” practicadas por el pueblo cubano, entre ellas las quemas no autorizadas, los fuegos iniciados por pescadores y cazadores furtivos y descuidos por parte de fumadores y transeúntes irresponsables.

La nota oficialista aprovechó para asegurar que el 80% de los incendios lograron ser apagados antes de que alcanzaran a afectar las cinco hectáreas, pero esto no evitó que culparan al embargo económico de Estados Unidos, señalando que este impidió que se compraran “recursos y equipos necesarios para enfrentar los fuegos de ese tipo”.

El citado medio estatal señala que se impusieron 3.250 multas (equivalentes a unos 425.800 pesos cubanos) justificadas con los derechos de la ley forestal y de suelos de la Isla, con el régimen calculando una pérdida de 309 millones de pesos a causa de los incendios durante los primeros cinco meses del año.