Un joven de 19 años de edad, identificado como José Luis Cárdenas, se habría quitado la vida en una prisión de la provincia de Cienfuegos.
De acuerdo con el medio de noticias Proa del Centro, el incidente se registró en la prisión de Ariza, donde el joven llevaba casi dos años detenido.
Según el citado medio “Cachito”, era originario del pueblo de Las Cruces, y se acababa de enterar de que debía cumplir una sentencia de entre siete y ocho años.
Al enterarse del nuevo proceso judicial, el joven se arrebató la vida en los baños de la prisión, con las autoridades encontrando el cuerpo cinco horas después del acto, sin posibilidades de ayudarlo.
El medio de noticias explica que el joven fue acusado de un robo que cometió a causa de una necesidad personal, y que, desde entonces, había sido privado de su libertad.
Trabajadores de la funeraria en la que fue velado el cuerpo aseguran que cuatro agentes de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) custodiaron el ataúd en todo momento, esto con el objetivo de evitar que alguien tomara fotografías.
Conocidos del fallecido cuestionaron lo ocurrido, señalando que las autoridades son responsables de esta muerte. Estas personas consideran increíble el hecho de que nadie se haya preguntado por el joven en casi cinco horas, en especial en las prisiones de Cuba, donde los reos son vigilados de manera estricta.
Las preguntas de estas personas se deben al hecho de que las cárceles de Cuba son conocidas por sus pésimas condiciones, así como las acciones de tortura que la Seguridad del Estado emplea en contra de los prisioneros.
En abril, la plataforma jurídica Cubalex presentó un reporte ante el Comité Contra la Tortura de las Naciones Unidas en el que denunciaba al menos 14 tipos distintos de tortura y tratos inhumanos a los que estaban expuestos los reos en las cárceles de la Isla.
Estos métodos eran empleados especialmente en contra de disidentes, y en ese sentido, un joven manifestante del 11J se suicidó en uno de estos centros penitenciarios en junio pasado, hecho que fue denunciado por la activista cubana Rosa María Payá.
Según la información compartida en aquella ocasión, el joven era originario del consejo popular La Güinera, ubicado en el municipio capitalino de Arroyo Naranjo, y los hechos se llevaron a cabo en la prisión de Combinado del Este.
