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Joven médico cubano secuestrado en México ya está a salvo

Amigos del galeno aseguraron que se logró pagar el rescate, esto pese a que los secuestradores aumentaron la cifra

La situación de Adrián Pupo Ojeda, un médico cubano que fue secuestrado en México mientras intentaba llegar a los Estados Unidos, tomó un giro inesperado y empeoró considerablemente luego de que sus captores exigieran más dinero para liberarlo.

De acuerdo con el medio independiente CubaNet, los secuestradores habían pedido 10.000 dólares para garantizar la libertad del galeno, pero luego de que su familia no pudiera reunir esa cantidad, han incrementado su demanda.

Según publicaciones compartidas en redes sociales por familiares de Pupo Ojeda, estos lograron reunir poco más de 5.000 dólares gracias a donaciones de la comunidad cubana, pero esto no fue suficiente, y los secuestradores afirmaron que la suma enviada no les llegó directamente, por lo que comenzaron a pedir una cantidad adicional.

El citado medio señala que, para que la familia del médico cumpla, amenazaron con torturar a Pupo Ojeda si el rescate no se pagaba en su totalidad, algo que tiene a la familia del cubano muy preocupada.

Actualización

Tras informar sobre la lamentable situación, la cubana Dary Méndez, quien había estado organizando las donaciones, confirmó la noche del sábado 9 de noviembre que el rescate había podido ser pagado gracias a la generosidad de la comunidad hispana alrededor del mundo, y que el joven médico ya se encontraba en un lugar seguro.

La mujer también indicó que, ahora, su objetivo será trabajar para poder llevar a Pupo de México a EEUU de manera segura.

Secuestro del joven médico

Pupo Ojeda, de 28 años de edad, es originario de Puerto Padre, Las Tunas, y partió hacia los Estados Unidos con el objetivo de obtener un trabajo mejor pagado con el cual sacar hacia adelante a su familia.

Este dejó en la Isla a un hijo pequeño, una de sus tantas motivaciones por llegar a la tierra de la libertad lo antes posible.

El joven llegó a México luego de que su familia lo vendiera casi todo en la Isla para financiar su odisea, ingresando a Tapachula, Chiapas, con ayuda de un coyote.

La alegría que sintió su familia luego de recibir confirmación de que Pupo llegó sano y salvo al territorio azteca no duró mucho, pues este fue secuestrado por una banda criminal que ha mantenido contacto con sus seres queridos a través de llamadas telefónicas y videoconferencias desde el propio teléfono del galeno.

Ante la situación, su familia pidió ayuda a la comunidad cubana dentro y fuera de la Isla, pues estos no cuentan con los recursos para cubrir el excesivo rescate. El caso del médico fue compartido por el periodista Mario J. Pentón, con la esperanza de que la visibilidad ayude a los familiares del joven.

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