La aparición de Kim Kardashian en la MET Gala portando un vestido original de Marilyn Monroe causó revuelo desde que se anunció, y la socialité ha enfrentado críticas de todo tipo por ello.
Desde la diferencia en el tipo de cuerpo de ambas, hasta la drástica pérdida de peso a la que se sometió, todo dio de qué hablar en el look de este año de la modelo y empresaria.
Sin embargo, a un mes del sonado evento, Kim vuelve a estar en el ojo del huracán a causa del icónico vestido, pues el dueño original la acusó de haberlo dañado cuando lo usó.
El vestido en cuestión es uno de los más conocidos de la fallecida actriz y cantante, pues fue el que utilizó cuando le cantó el famoso “Happy Birthday Mr. President” al entonces presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, en su cumpleaños 45.
La escena es una de las más icónicas de la vida de Monroe, por lo que la prenda pasó a la historia y quedó como pieza de exhibición en el Museo de Ripley de Los Ángeles.
Se trata de una pieza de diseño ceñido y color dorado, adornado con más de 6 mil cristales cosidos a mano por el famoso diseñador Jean Louis.
El legendario vestido fue adquirido por Scott Fortney por 4.8 millones de dólares, en una subasta celebrada por la Casa de Julien, en Beverly Hills.
Es Fortney quien hoy se queja de que la Kardashian dañó severamente el vestido, principalmente porque habría estirado la tela al entrar en él, ya que le quedaba ajustado.
Las fotografías del daño al vestido muestran que, en efecto, la tela se ve estirada, en especial alrededor del cierre, además de que algunos cristales se desprendieron, y otros penden de un hilo, a punto de caerse también.
Kim habría dañado el vestido al ponérselo y quitárselo, pues en realidad lo llevó solamente durante cinco minutos, según el acuerdo que hizo con el mencionado museo.
El arreglo estipulaba que Kim Kardashian usaría el vestido solo por cinco minutos, lo que le tomaba recorrer la alfombra roja de la MET Gala, y después de eso se lo quitó, para ponerse una réplica del mismo.
“Tan comprometidos con mantener ‘la integridad del vestido y su preservación’, ¿valió la pena?”, escribió en su cuenta de Instagram The Marilyn Monroe Collection, compartiendo imágenes comparativas del antes y el después de la prenda.
Kim tuvo que bajar cerca de 8 kilos en menos de un mes para poder ponerse el vestido, que no le quedó en la primera prueba, lo que también le generó duras críticas, pues se sometió a una dieta estricta y poco saludable para ello.
Sin embargo, y a pesar de sus esfuerzos, Kim no logró que le cerrara el vestido, debido al tamaño de sus exuberantes glúteos, por lo que debió portarlo con un abrigo de piel para cubrir que lo llevaba abierto.
“Qué ridícula, ¿no era más fácil comprar un vestido que sí le quede?”, y “Gente rica con caprichos de rico, y mientras a ver si no rompe el vestido”, fueron algunos de los comentarios cuando se conoció que llevó el vestido sin cerrar, y hoy se conoce que sí dañó la prenda.
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