La Habana: reportan escape de amoníaco en Cojímar
Vecinos del lugar afirmaron que las autoridades no alertaron a la población, y que ellos se percataron de todo debido al olor del gas tóxico
Un incidente ocurrido la noche de este viernes 14 de julio provocó pánico entre los residentes de La Habana, luego de que estos se percataran de un fuerte olor a amoníaco en las áreas cercanas al frigorífico 304, ubicado cerca de la rotonda de Cojímar, en el municipio Habana del Este.
Según usuarios en redes sociales, este accidente químico, que puso en riesgo a la población, se debió a una negligencia por parte de las autoridades.
Yunieski Torres Sosa, un extrabajador del centro, indicó en Facebook que el Ministerio del Interior (Minint) y la Unidad Empresarial de Base (UEB) ENFRIGO estaban perfectamente conscientes de que muchas de las tuberías estaban podridas, y que todas se encontraban en mal estado desde hace tiempo.
De igual manera, dijo que no se efectuaron los protocolos que deben de realizarse en este tipo de situación, por lo que la población no fue alertada del potencial riesgo.
“No se le comunicó a nadie ni tampoco sonaron la campana, la población de los alrededores nos enteramos por la peste a amoníaco”, redactó en su publicación.
De acuerdo con el medio independiente Periódico Cubano, los vecinos fueron los que detectaron el olor del químico tóxico.
El citado medio también compartió fotografías de algunas de las tuberías del centro, las cuales se encuentran sumamente oxidadas y en mal estado.
Por su parte, los bomberos de Cuba han sido los únicos en pronunciarse de manera oficial, señalando que algunas de sus unidades fueron enviadas al lugar para controlar la situación.
Mientras los medios oficialistas no se han pronunciado al respecto, los comentarios hechos en las publicaciones aseguran que no se registró la pérdida de vidas humanas o lesiones respiratorias a causa del gas.
El amoníaco (NH3) es un compuesto químico utilizado en varias industrias debido a su versatilidad. Uno de sus usos más comunes es en la fabricación de fertilizantes, donde se encarga del suministro de nutrientes para las plantas. De igual manera, el amoníaco se emplea como refrigerante en sistemas de enfriamiento y aires acondicionados.
Debido a que es sumamente tóxico, este gas debe manejarse con cuidado, de lo contrario, puede tener impactos negativos en la salud humana y en el medio ambiente.
Las personas que son expuestas a este químico suelen experimentar síntomas que incluyen quemaduras en la piel y en los ojos, dolor en la garganta, tos o sibilancias (sonidos silbantes y chillones que ocurren durante la respiración y señalan que el aire está pasando por conductos respiratorios estrechos).