La industria ganadera y su acción devastadora con el medio ambiente
El consumo de carne al igual que las bebidas gaseosas están reduciendo a nivel mundial, esto como una medida para frenar el calentamiento global, además de que se busca que con los alimentos de origen vegetal podrían reducirse las emisiones de dióxido de carbono.
De acuerdo al Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU, los consumidores con dicha medida buscan reducir los residuos plásticos, una tendencia que parece será fortalecida a medida que aumente la conciencia sobre el cambio climático.
A nivel mundial se realizó una encuesta, cuyos resultados fueron publicados ayer martes, arrojando que alrededor de un tercio de las personas encuestadas en 24 países de Europa, América Latina y Asia están alarmadas por el cambio climático y la mitad de ellas, o el equivalente a un 16% de la población mundial, están tomando medidas activas para reducir su huella.
La encuesta realizada a más de 65.000 personas mostró que los consumidores en Europa occidental eran más proclives a tratar de reducir su impacto ambiental, mientras que la mayoría de la población en Asia y América Latina tiene poco o ningún interés en el tema.
Chile, por el contrario, es la excepción en América Latina, ya que es el país con los consumidores más comprometidos con el medio ambiente en el mundo, mientras que detrás de ellos se encuentran los compradores de Austria y Alemania, seguidos no muy lejos por los británicos.
La empresa de análisis de datos Kantar, al presentar el informe sobre la encuesta, pronosticó que las ventas de carne fresca en Reino Unido podrían caer hasta un 4% en los próximos dos años si la conciencia ambiental continúa extendiéndose.
En la actualidad la producción de carne y lácteos supone una de las mayores contribuciones al calentamiento global debido a las emisiones de gases de efecto invernadero que provoca.
La ganadería industrial es responsable de la emisión de más gases de efecto invernadero que todo el sector del transporte mundial junto (automóviles, aviones, trenes y barcos incluidos), además del enorme consumo de agua que necesitan para producir productos de origen animal. Por ejemplo, son necesarios 3 mil litros de agua para producir una sola hamburguesa de carne de vaca.
Un 29 por ciento de toda el agua dulce del planeta se destina a la producción de carne, huevos y leche y de seguir así para el 2050 el planeta se habrá quedado sin agua dulce.
Todo lo anterior, es claramente visible en los últimos días cuando escuchamos del derretimiento de los glaciares y los fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes y devastadores (inundaciones, ciclones tropicales y sequías graves) que ya forman parte nuestro día a día.