Las adivinanzas de la charada cubana: apostar a los números de la suerte
La charada cubana o “la bolita”, como se le conoce en la Isla, tienen sus características propias arraigadas a la cultura popular. Para descifrar el número ganador los más conocedores se hacen de acertijos, adivinanzas o, incluso, avistamientos frecuentes en los sueños que para ellos se asocien con un dígito en particular.
Con frecuencias, los más asiduos al juego aprovechan los acertijos para guiarse y no apostar en vano. Sin importar de donde viene el proverbio, todo lo que sea una pista para hacerse con el premio gordo, es bienvenido.
Pero lo más complicado es que a veces resulta tan ambiguo que las posibles respuestas pueden presentar un diapasón de hasta diez números. Aceptar, antes de que el “banco” cante la correcta, supone una de las pruebas más difíciles en el juego.
Según explican los que conocen más de estos temas, las versiones de la procedencia de estos acertijos son diversas. Algunos dicen que viene desde una emisora internacional poco conocida, otros que es obra de los sueños de “no se sabe que brujo”, pero en realidad la mayoría sabe que se redactan en los órganos de seguridad del gobierno que no son más que las casas de apuestas, compuestas por el banquero y los anotadores.
La charada cubana se compone de 100 números y cada uno de ellos puede tener más de un significado, de ahí que resulte tan complejo descifrar las adivinanzas. A veces, puede ser solo una palabra, una frase o ambas.
Recientemente, algunas de estos acertijos se difunden por los grupos de WhatsApp dedicados a eso. “¿Cuál es el colmo de un ciego?”. Para esta adivinanza hay varias probabilidades: el número 72 (ferrocarril), 50 (policía), 75 (cine). O con palabras claves como “dinero y revolución” las opciones son 10 (dinero), 22 (estrella), 38 (dinero/carro), 42 (país lejano), 81 (teatro) y 83 (tragedia, limosnero).
Además de los acertijos, el número puede salir por tablas o probabilidad. Ya que algunos que llevan la cuenta anual de que va saliendo a diario. Aseguran que pasado un tiempo los números comienzan a repetirse en los mismos días.
La historia dice que los 36 primeros significados de los números fueron tomados de la charada china. Además, se cree que la población esclava de origen africano aportó muchos saberes al código definitivo de la charada cubana. El primer negocio de este tipo conocido en Cuba se registró en el 1873.