El cantautor cubano Descemer Bueno criticó los ataques que ha recibido el reguetonero Yosvani Sierra (Chocolate Mc) después de autoproclamarse “el Benny Moré de estos tiempos” en un polémico post de Instagram.
Descemer aclaró que El Choco no es “santo de su devoción” y que mucho “no se puede esperar” de la generación educada por Maestros Emergentes, pero resaltó que el repartero se ha convertido en un referente para los jóvenes que quieren mantener fuera de las calles.
También recordó la relación del Benny con la dictadura de Fulgencio Batista, al tiempo que habló de sus “poderes espirituales”. A continuación, reproducimos las palabras íntegras del intérprete:
Bueno, estudié en Saumell y me gradué de la Amadeo Roldán. En realidad, no culpo al Choco, la Revolución despareció al Benny y no me digan ahora que estoy politizando.
Benny tocaba con los mejores músicos de Cuba, músicos de la altura de Lilí Martínez, uno de los mejores pianistas del mundo. Lo que muchos no saben del Benny, tiene que ver con sus poderes espirituales, sobre el culto que existe en torno a su persona, sobre la piedra que crece.
Mucho menos se sabe de sus graves problemas con el Gobierno de Cuba y del desenlace fatal que le costó la vida por esconder en su finca a su amigo personal, el Gordo Ventura, jefe de la policía de Batista.
Por esta sencilla razón, los que sabemos del Benny es porque hemos indagado. Porque muy poco se dijo y se vio en la televisión y poco honor se le hizo en la película. El Benny fue un genio, un mito, nadie lo superará.
Son tiempos distintos, no podemos pedirle mucho a la generación de los maestros emergentes. El Choco ha hecho bailar a la gente y ha entretenido a la población. A menudo después de mis conciertos he visto a mucha gente fina ripiarse con él.
Muchos chicos hoy prefieren hacer música y no estar robando y delinquiendo porque tienen al Choco como referente.
Creo que tiene al Benny como meta y eso está bien, no es santo de mi devoción para nada, pero no creo que pisotear y denigrar nos hace mejores, aunque tengamos a veces la razón, nadie es perfecto.
