Lizt Alfonso: “Cuba es madre, y una madre no distingue entre hijos, los abraza a todos por igual”
Se siguen sumando famosos que apoyan al pueblo de Cuba en sus deseos de libertad y fin de la dictadura. En esta ocasión, la destacada coreógrafa cubana Lizt Alfonso, se ha pronunciado en sus redes sociales y ha expresado su sentir sobre los sucesos del 11 de julio.
“Estoy en Cuba, con mi gente. Todo lo que ha pasado me ha hecho pensar mucho en mi abuela, en mi madre, que siempre decían: “la familia debe mantenerse unida bajo cualquier circunstancia”. Pero, cómo vamos a mantenernos unidos si el llamado es a la división y al enfrentamiento. No lo podemos permitir: cubanos contra cubanos ¡NO!”, comenzó Alfonso en su mensaje compartido en Facebook.
“Necesitamos ser escuchados, expresarnos libre y pacíficamente sin tener consecuencias por ello. Hay que aprender a dialogar y aceptar la diversidad. No se puede seguir buscando la paja en el ojo ajeno, mirémonos por dentro para ser mejores. Es el momento de dialogar, para desde ángulos diversos, construir un mejor país para todos, próspero e inclusivo. Rompamos el absurdo y demos paso al sentido común”, sostuvo.
De esta manera la también profesora con amplio reconocimiento internacional, quien actualmente dirige una compañía de baile en La Habana que lleva su nombre, se suma a la lista voces dentro de la cultura cubana que condena la violencia empleada por el régimen contra el pueblo de Cuba.
“Digamos no a la violencia de todo tipo, a todos los bloqueos, a la manipulación y el oportunismo.
Aprovecho para agradecer a los miles de seguidores y amigos que me han hecho llegar su preocupación y su deseo de bienestar para todos los cubanos”.
“Cuba es madre, y una madre no distingue entre hijos, los abraza a todos por igual.
“Esta publicación la hago gracias a los amigos, pues no tengo acceso a internet”, concluyó.
Un día histórico se vivió el pasado 11 de julio, cuando miles de cubanos de varias provincias del país salieron a las calles a exigir libertad, alimentos, medicamentos y fin de la dictadura. La primera manifestación se reportó en San Antonio de los Baños, Artemisa, y en pocas horas se extendieron a lo largo del territorio. Todas espontáneas y compartiendo el mismo deseo de libertad