Las autoridades de Guantánamo confirmaron que los embalses de agua de la provincia se encuentran al 20% de su capacidad, el nivel más bajo registrado la última década.
Según indicó la directora de Desarrollo y Control de la Empresa de Aprovechamiento Hidráulico de Guantánamo, Yinet Marzo Manuel, esto ha obligado a las autoridades a regular las entregas de agua en la mayoría de las presas.
La funcionaria dijo que se debía mantener el embalse La Yaya, considerado el mayor de los reservorios de agua guantanameros, bajo vigilancia, pues cuenta con “una cobertura menor a los 180 días”.
El medio estatal Venceremos indicó que el embalse cuenta con una capacidad para 160 millones de metros cúbicos de agua, pero que, de momento, solo cuenta con el 28,5% de su capacidad.
Por su parte, el embalse de la Faustino Pérez, la cual también juega un papel fundamental a la hora de proveer de agua a la ciudad cabecera, recibió unos tres millones de metros cúbicos de agua durante las últimas lluvias, lo que le permite hoy considerarla como “estable”.
El embalse de Pozo Azul, en Valle de Caujerí, también se benefició de las lluvias, aunque en menor medida, pues solo cuenta con el 8% de llenado, es decir, poco más de un millón de metros cúbicos.
En cuanto al segundo embalse más grande de la provincia, Jaibo, las autoridades indicaron que acumula solo 24 millones metros cúbicos de agua, lo que representa el 20,4% de su capacidad total.
Para Marzo Manuel, estos números no son satisfactorios, señalando que son el resultado de un largo periodo de sequía, el cual solo ha acumulado 197 milímetros de lluvia, lo que representa un 35,6% del promedio al que se está acostumbrado en la Isla.
La funcionaria sostiene que, aunque la ciudad de Guantánamo y el municipio Niceto Pérez superan el 50% de la lluvia acumulada, estas ocurren en el Valle, por lo que no se acumulan en las presas.
Guantánamo no es la única provincia presentando estos problemas, pues Camagüey y Santiago de Cuba solo cuentan con el 21,5% y el 23% de capacidad en sus embalses. En el caso de la provincia santiaguera, las autoridades tomaron la decisión de alargar los ciclos de abastecimiento de agua en las viviendas entre nueve y 15 días.
