Los hoteles Meliá en Cuba no son tan rentables como en otros países
Pese a esto, las autoridades castristas continúan priorizando la construcción de estos por encima de las necesidades del pueblo
El 2024 ha sido un año histórico para el turismo global, sin embargo, los hoteles de la cadena española Meliá en Cuba atraviesan una situación financiera crítica, con ingresos que resultan tres veces inferiores a los obtenidos en otros destinos clave como México y la República Dominicana.
Esta información, publicada en un extenso artículo de la sesión Cinco Días del diario El País, deja en evidencia el desplome que ha sufrido el sector turístico cubano en los últimos tiempos, algo que se ve reflejado en la actual crisis económica que azota a la Isla.
Tras el impacto de la pandemia de COVID-19, y en un contexto de recuperación económica global, los viajeros han priorizado el gasto en experiencias y ocio. Aunque esto ha impulsado el auge del turismo internacional este año, Cuba sigue rezagada frente a estas tendencias y, una vez más, no logrará cumplir su objetivo de visitantes internacionales.
Pese a que las autoridades proyectaban la llegada de 3,2 millones de turistas internacionales para el cierre de diciembre, las cifras reales apenas rondarán los dos millones.
Baja ocupación de los hoteles en la Isla
La situación ha impactado directamente a los hoteles Meliá en Cuba. Entre enero y septiembre de 2024, las 31 propiedades de la cadena en la isla registraron una ocupación promedio del 39,4%, la más baja de todas sus operaciones internacionales, salvo en Venezuela.
Además, la tarifa media diaria se ubicó en 83,4 euros, mientras que el beneficio por habitación disponible (revpar) fue de apenas 34,1 euros. Estas cifras contrastan fuertemente con los 120,7 euros en España, 104,8 euros en México y 102,8 euros en República Dominicana.
El declive en la llegada de turistas a Cuba, especialmente de aquellos con mayor poder adquisitivo, se debe a diversos factores. Entre ellos destacan la hiperinflación en la Isla, los desastres naturales de los últimos meses, los apagones generalizados y la restricción del ESTA por parte de Estados Unidos.
A pesar de este escenario adverso, la cadena Meliá mantiene su apuesta por el mercado cubano y planea ampliar su presencia. En 2025, la compañía prevé sumar cuatro nuevos hoteles, alcanzando un total de 35 establecimientos y más de 14.800 habitaciones.
Entre los proyectos destaca la apertura del Meliá Costa del Rey en Cayo Coco y la creación de la empresa importadora Mesol Gestión Hotelera Turística. Estas iniciativas reafirman la estrategia de la cadena, que entró al mercado cubano en la década de 1990, cuando Fidel Castro abrió el turismo a la inversión extranjera.
Por su parte, el régimen también parece mantenerse firme en su decisión por priorizar el turismo por encima de las necesidades del pueblo, enfocándose en construir hoteles de lujo en lugar de resolver problemas como la falta de alimentos o vivienda.