Madrastra quema la cara de su hijastra por gritarle
Dalia Jiménez es el nombre de una mujer de Texas que enfrenta cargos de felonía (delitos graves, sancionables con un año o más de prisión) luego de haber quemado la cara de su hijastra con alcohol.
De esta manera lo informó los agentes del Departamento de la Policía de Grand Prairie, quienes se hicieron cargo de la situación luego de recibir una alerta de que en la vivienda sé un menor, había recibido quemaduras y requería de atención médica.
Posterior a ello, las autoridades se apersonaron en la vivienda, descubriendo la situación y llevándose a Jiménez bajo arresto.
La menor en cuestión posee 5 años, y en el momento en el que se llevaron a cabo los hechos el padre de la pequeña no se encontraba en casa, por la era su madrastra quien estaba a cargo.
Inicialmente, la acusada alegó que dichas quemaduras eran producto de un accidente mientras intentaba prender una vela; pero al final la mujer asumió su responsabilidad, confesando que había sido ella quien había quemado a la menor rociándole alcohol en la cara con la intención de prenderla en fuego.
Jiménez declaró que dicha acción era una represalia contra la pequeña por haberle gritado.
Actualmente, esta delincuente se encuentra libre tras haber pagado su fianza, pautada en 20 mil dólares; por su parte, la víctima del maltrato (en conjunto con su hermano menor) se encuentran a cargo de otros familiares.
Aunque sea difícil concebir que alguien sé capaz de infligirle daño a alguien tan inocente como un niño, casos como este son una muestra de que la realidad es que el abuso infantil existe.
Se le denomina abuso infantil a cualquier daño, tanto físico como emocional, que pueda sufrir un niño por parte de sus padres o de cualquier adulto.
Cerca de un millón de niños en el Estado Unidos sufren de maltrato infantil, y esto sin contar con los casos que en medio del miedo no llegan a ser registrados por las autoridades.
Contrario a lo que se podría pensar no son los extraños quienes generalmente llevan a cabo los abusos: padres, maestros, entrenadores, vecinos, cualquier conocido puede llevarlo a cabo.
Por esta razón debes estar alerta ante signos de abuso y si sospechas que tu hijo, vecino, amigo o un conocido sea víctima de él ayudes a proceder pertinentemente y darle la debida atención al caso.
Tristeza, enojo incontrolado, alejamiento, problemas para establecer relaciones interpersonales, comportamiento rebelde, miedo, señales de maltrato físico, son algunas de las señales que pueden alertarte que algo no anda del todo bien.