Alisa Tepikina, es el nombre de una mujer de tan solo 22 años que perdió la vida recientemente tras ser víctima de un trato brutal y negligente por parte de un médico “especialista”.
La familia procedente de Rusia, devastada y fuertemente afectada por la trágica pérdida, han compartido con varios medios la pesadilla que ahora viven, en la cual la feliz llegada de un terminó bañada de tristeza y luto.
Según lo que relata Svetlana Malyukova, madre de la difunta Alisa, su hija entró a las instalaciones del hospital con las molestias típicas y propias del parto; en un primer momento Tepikina fue atendida por una partera, sin embargo, en medio del proceso esta decidió pedir ayuda de un médico especialista.
Luego de traer al niño al mundo, este médico, en vez de esperar a la salida espontánea de la placenta, decidió halar brutalmente el cordón umbilical para traerla consigo de forma forzosa.
La placenta es la estructura que se adhiere fuertemente al endometrio del útero de la mujer a través de vasos sanguíneos y tejidos, con la finalidad de proporcionarle todos los nutrientes necesarios al bebé en el marco de la gestación; dichos nutrientes son transferidos a través del cordón umbilical.
Una vez que el bebé es dado a luz, el cordón umbilical debe cortarse y posteriormente (de una forma natural y por medio de estimulación natural de oxitocina) la placenta sale de la madre, finalizando el parto con este proceso denominado alumbramiento.
Si la placenta es arrancada, la consecuencia pueden ser graves, ya que al estar adherida al útero puede causar fuertes e irreversibles lesiones; además de la fuerte hemorragia que causaría la ruptura forzosa de los vasos que durante 9 meses mantuvieron unida esta estructura al útero.
La fuerza ejercida por el galeno que atendió a Alisa fue tan grande que no solo trajo consigo la placenta, sino que además arrancó los órganos reproductivos de la mujer, generando una gran hemorragia que la llevó a un estado de coma.
Pocas semanas luego de dar a luz, Alisa Tepikina sufrió de un paro cardiorrespiratorio que le quitó la vida, dejando huérfano a su recién nacido bebé.
“Mi hija sufría, gritaba de dolor, pero el doctor no le prestó atención”, afirmó desconsolado el padre de Alisa.
El médico tratante actualmente se encuentra bajo la custodia de las autoridades, y esperando a ser sowmetido a juicio; de ser encontrado culpable, le espera una condena de hasta tres años de prisión.
