El ex boxeador cubano Mario César Kindelán Mesa habló sin tapujos sobre su empatía con la Revolución cubana y aseguró que “cree en Fidel como otros creen en Cristo”.
“Soy revolucionario. Amo a mi país. Mi lema lo llevo grabado en un pulóver y lo digo donde quiera. ¡Creo en Fidel como otros creen en Cristo!”, aseveró en entrevista para el portal oficialista Trabajadores.
Sin embargo, el dos veces medallista de oro olímpico (compitiendo en la división de peso ligero en los eventos de 2000 y 2004), reconoció que actualmente el sistema deportivo cubano ha decaído al no tomar en cuanta “enseñanzas” que en el pasado dieron buenos resultados.
“La escuela cubana ya no es la misma. Uno puede tener sus ideas, pero hay fundamentos históricos que no conviene olvidar. Hoy tenemos entrenadores muy capaces, metodológicamente, pero han echado a un lado varias enseñanzas de Alcides. Respeto sus opiniones. Lo que nos dio resultado ayer deberíamos mantenerlo”, comentó.
Sobre algunos señalamientos que le hicieron de que pudo haber sido un “desertor”, el mismo lo desmintió diciendo que “laborando en Ecuador, un jefe de misión divulgó que yo era un posible desertor… Me suspendieron. Jamás he sido un traidor”.
Kindelán también expresó que uno de los momentos únicos en su carrera fue haber ganado la cita olímpica de Grecia, donde fue galardonado con la Copa Val Baker al mejor púgil.
“No conservo mis medallas. Decidí donarlas a museos, hoteles y otras instalaciones. De esa forma las personas las disfrutan más”.
Entre sus recuerdos más íntimos confesó que “mi mamá no quiso que fuera boxeador. No veía mis peleas. Recibí su apoyo en los estudios. Eso me sirve en la responsabilidad que tengo, la cual asumo con seriedad”.
