La tristeza y la decepción tocó las puertas del reguetonero cubano Yulién Oviedo, quien anunció a través de sus redes sociales, que se ha convertido en “otro artista más que ya no quiere vivir en Cuba”.
Como tantos isleños, el intérprete de La Suerte estalló, cansado de todo lo que significa vivir y trabajar en su país natal, consumido por la crisis, que hace que cada día más familiares y amigos suyos deban marcharse en busca de una mejor vida porque en su propio país no pueden.
La única búsqueda es “vivir dignamente”. Así lo dejó claro Oviedo en una publicación de Facebook donde se desahogó con sus seguidores.
El reguetonero explotó en sus redes sociales con un post que dejó al descubierto su sentir y todas sus frustraciones, muchas que en todo se parecen a las que han tenido millones y millones de cubanos.
“Iba a hacer una directa o un live como quieran llamarle, para c*** en la madre de unos cuantos HP, cómo suelo hacer, pues ya saben que soy bastante impulsivo, pero me di cuenta de que con eso solo lograría darle contenido a unas cuantas páginas por unos días y punto, no resolvería nada”, escribió Yulién también en su cuenta de Instagram.
“Es lamentable ver de cerca cómo acaban con un país y con la cultura del mismo, cada día más amigos y familiares emigran porque no pueden vivir dignamente, y quieren una vida mejor para sus hijos, yo también quiero una vida mejor para el mío, por eso me mato trabajando porque a mí nadie me ha dado nada, yo me busco mi dinero y la vida desde los 4 años”, se lee.
El artista cubano se refirió también al poco valor que tiene el pueblo para el régimen y sus instituciones, por lo que destacó que “es muy triste ver que un extranjero vale más que nosotros mismo y tienen más derechos que los que nacimos aquí”.
A tal punto llegó el hastío del reguetonero que anunció: “Ya me cansé, aquí tiene otro artista más que ya no quiere vivir en Cuba”, sentenció el reguetonero, quien lamenta “que cada día seremos más”.
De esta forma, Oviedo se suma a los miles de cubanos desde la isla que deciden salir tras verla cada vez más destruida y sin posibilidades de crecimiento. “Siento pena de mi pueblo, de mi gente y siento un dolor inmenso por mi país, del que cada día queda menos”, cerró el intérprete su publicación.
Su confesión ha sido una verdadera sorpresa para la opinión pública, pues el año pasado estuvo en el centro de las críticas del exilio cubano cuando en medio de una entrevista dijo que no creía que en Cuba hubiera una dictadura.
Poco después pidió disculpas a Miami y a todos los que se sintieron ofendidos por sus declaraciones y se retractó de sus palabras, señalando que “desafortunadamente en mi país sí hay una dictadura”.
