Menor se declara culpable de accidente que mató a tres cubanas en Hialeah
Dos de las mujeres fallecieron en el aparatoso incidente, mientras que la tercera sucumbió a sus heridas unos meses después
El joven Maykoll Santiesteban, de 16 años, aceptó su responsabilidad en el trágico accidente ocurrido en Hialeah el 24 de abril de 2024, en el que perdieron la vida tres mujeres cubanas de una misma familia.
El viernes 7 de febrero, el menor compareció ante un tribunal del condado de Miami-Dade y se declaró culpable de tres cargos de homicidio vehicular, además de conducir sin licencia con resultado fatal.
Durante la audiencia, el adolescente estuvo acompañado por sus padres y otros familiares. Al haber sido procesado como adulto, enfrenta una posible condena que oscila entre los 28 y los 65 años de prisión.
“El estado quiere tratarlo como a un adulto. Su exposición es importante, por lo que se tomó la decisión de declararse culpable ante el tribunal”, declaró su abogado, Scott Kotler, en entrevista con Local 10 News.
Según el abogado, la estrategia legal ahora se centrará en solicitar una sentencia menos severa, en lugar de enfrentar un juicio prolongado.
“Estoy pidiendo una sentencia por delito juvenil. Él cumple los requisitos debido a su edad. Este delito cumple los requisitos”, insistió Kotler.
La audiencia de sentencia está programada para el próximo 26 de marzo.
El accidente ocurrió cuando Santiesteban, que en ese momento tenía 15 años, tomó sin permiso el vehículo de sus padres para salir con amigos. Mientras conducía por la cuadra 400 de Southeast 5th Street, impactó violentamente contra el auto en el que viajaban Yarina García Hernández, de 39 años; su madre, Liliana Hernández Molina, de 65; y su tía, Gloria Esther Hernández, de 71.
Las autoridades confirmaron que el joven circulaba a una velocidad de casi 55 mph por encima del límite permitido. Yarina y Gloria fallecieron en el lugar del siniestro, mientras que Liliana sucumbió a sus heridas meses después, en septiembre.
Este caso ha generado gran atención pública, y la comunidad está a la expectativa de la decisión judicial que determinará el futuro del adolescente.