Los jugadores de las grandes ligas no se someten a pruebas de antinarcóticos con demasiada frecuencia. Ahora, una semana después que la autopsia de Tyler Skaggs (lanzador de los Angelinos de los Ángeles) revelara que tenía fentanilo y oxicodona en su sistema cuando murió el 1 de julio, ha hecho pensar en la idea de arreciar los controles de drogas en los jugadores y personal directivo.
Según un informe toxicológico, el serpentinero tenía en la sangre una concentración de alcohol de 0,122%, bastante arriba del límite de alcoholemia de 0,08% para manejar en Texas, y 3,8 nanogramos de fentanilo por mililitro.
Todo ello se está conversando entre la oficina del comisionado de la MLB y el sindicato de jugadores. “Por varias razones, incluida la pérdida trágica de un miembro de nuestra fraternidad y otros desarrollos que ocurren en todo el país, es apropiado e importante volver a examinar todos nuestros protocolos de drogas relacionados con la educación, el tratamiento y la prevención”, Tony Clark, director ejecutivo de la Asociación de Jugadores de Béisbol de las Grandes Ligas.
En las ligas menores, donde los jugadores no están representados por el sindicato, la oficina del comisionado exige la prueba de opioides sin mayores contratiempos. De las 75,000 pruebas administradas en los últimos cinco años, solo 10 fueron positivas para opioides, según la liga.
No está claro en este momento si la liga y el sindicato considerarían suspender a los jugadores que pudieran dar positivo por opioides, remitiéndolos a un programa de prueba confidencial, o ambos.
“No hemos recibido de nuestra comunidad médica ninguna información que nos lleve a creer que los opioides son un problema generalizado en el béisbol”, apuntó el comisionado adjunto Dan Halem.
Luego del escándalo desatado por el consumo de esteroides para mejorar el rendimiento que se destapo en 2004 con el informe Mitchel al congreso de los Estados Unidos se realizan más pruebas a los jugadores buscando dichas sustancias. Ahora se quiere lograr lo mismo para tener presente si un jugador que está bajo la presión de rendir en la MLB se dedica a consumir drogas.
