Luego de ocho meses desde que Nacho iniciara su trámite de divorcio con Inger Mendoza, ya salió el dictamen oficial de la separación. Ahora, ya oficialmente soltero, el intérprete de Andas en mi cabeza, se comprometió con la manutención puntual de los tres hijos que concibió con su ex, al tiempo que comparte un nuevo compromiso con Mellany Mille, con quien ya tiene una hija.
Ha pasado cerca de un año desde que el artista venezolano diera a conocer su separación de quien fuera su esposa, ruptura sobre la que Nacho siempre aseguró que no había sido por la aparición de terceras personas.
En febrero de 2020, el programa mexicano Suelta La Sopa mostró en primicia el documento de divorcio de Nacho, en el que se argumentaba que “la ruptura del matrimonio es irremediable”, al respecto el músico se pronunció en las redes.
“Siempre me generará intriga el porqué alguien iría a una corte para buscar información de una carta de divorcio de una pareja ajena”, dijo el representante del género urbano en aquel momento.
Tras la ola de críticas por su separación, Nacho se vio obligado a cerrar por un tiempo sus cuentas en redes sociales ante todos los ataques en su contra, para, después de unas semanas, reabrirlas. Y es que aunque Nacho ya había iniciado el trámite de su divorcio, parecía que había muchos que no le perdonaban lo de su nueva relación, pues todavía no había finalizado su matrimonio para todos esos haters.
No obstante, es hasta este miércoles cuando el show mostró el documento que oficializa que Nacho ya quedó totalmente divorciado de Inger.
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Los documentos legales también muestran que el cantante se comprometió en pagar 2 mil ochocientos sesenta y ocho dólares con 29 centavos para la manutención de los tres hijos, que tuvo con su ahora exesposa, eso sí, solo lo hará hasta que estos cumplan sus 18 años.
Esperamos que con estos documentos cesen los ataques a Nacho y su novia Melany, con la quien busca su felicidad en un lujoso penthouse en la Isla Margarita, en donde crían a su recién nacida, Mya, estaremos al pendiente.
