Nereida, alter ego del humorista y presentador Alexis Valdés, acudió a las redes sociales para preguntar a sus seguidores si alguno sabía cómo puede recibir el tan mencionado financiamiento que el imperio ofrece a artistas cubanos.
“¿Alguien sabe a dónde hay que llamar para que te pague el imperio? Porque yo estoy ahora mismo sin trabajo y tengo una necesidad imperiosa de que me contrate el imperio”, manifestó.
A la par, Nereida —quien no se contiene a la hora de hablar— aprovechó para cuestionar dónde es que sacan los ministros de la Isla los iPhones.
“Será que se los compra la familia o les mandan el dinero del extranjero?”, preguntó la señora, quien además habló de sus intenciones de recitar unos versos frente a la estatua ecuestre de José Martí en su próximo viaje a Cuba. Lamentablemente, sus propósitos fueron frustrados porque, al parecer, el Apóstol “también está prohibido”.
“No sé qué pasa ahora que en Cuba no se puede recitar a Martí, de momento Martí cayó en desgracia también”.
En clara referencia a los sucesos del pasado 27 de enero, Nereida se preguntó en qué parte exacta de la Constitución dice que no se puede grabar con un teléfono.
“Es más, la Constitución no habla de teléfonos que filman, porque ni existían. A ver quién tiene los timbales de arrebatarme el teléfono a mí, que le meto una galleta otorrinolaringóloga, que cogen nariz, garganta y oído, porque si ahora los ministros son guapos, yo también”, exclamó.
Un panorama hostil para los artistas en Cuba
Los artistas independientes en la Isla se encuentran actualmente inmersos en un hostil contexto, marcado por el hostigamiento, las detenciones arbitrarias y las campañas difamatorias a nivel nacional.
Este panorama comenzó a tensionarse el 27 de noviembre (27N), cuando jóvenes de diferentes ramas de la cultura —así como periodistas independientes e intelectuales— se plantaron desde horas tempranas frente al Mincult en solidaridad con los integrantes del Movimiento San Isidro (MSI), quienes horas antes habían sido desalojados de su sede por fuerzas policiales. El grupo reclamaba ser atendidos por el titular de la cartera, Alpidio Alonso.
Tras horas de concentración, el viceministro de Cultura, Fernando Rojas, decidió dialogar con 32 representantes. No obstante, el acto contó con un importante despliegue de policías y agentes de la Seguridad del Estado y varios jóvenes resultaron agredidos con spray de pimienta.
Dos meses después, varios jóvenes se dieron cita nuevamente frente a las instalaciones del Mincult para para exigir de manera pacífica el cese de las detenciones y el acoso contra varios de los manifestantes del Movimiento 27N.
Como respuesta, el ministro le propició un manotazo a un periodista que filmaba lo sucedido con su teléfono. Los activistas fueron sacados por la fuerza en un autobús y algunos permanecieron varias horas desaparecidos.
