No firmó contrato con la UNE: patana turca ya se va de La Habana
La empresa estatal indicó en redes sociales que la patana kps56 (Cankuthan Bey) arribó a La Habana con un propósito técnico “temporal”
La Unión Eléctrica de Cuba (UNE) informó que la central flotante Cankuthan Bey, la cual llegó a la Bahía de La Habana tan solo el pasado 8 de diciembre, no está incluida en el contrato vigente entre la empresa estatal y la firma turca Karpowership. Debido a esto, la instalación permanecerá en el país únicamente durante el período de puesta en marcha de sus unidades y será retirada al concluir estos trabajos.
A través de un comunicado difundido en sus redes sociales, la UNE afirmó que la patana kps56 (Cankuthan Bey) arribó a La Habana con un propósito técnico temporal y reiteró que “no forma parte del acuerdo con la empresa Karen Dis Ticaret”.
La patana kps56 (Cankuthan Bey) llegó a La Habana el domingo 8 de diciembre para hacer trabajos de puesta en marcha de sus unidades y una vez concluidos saldrá de #Cuba
Esta central flotante no forma parte del contrato de la UNE con la empresa turca Karen Dis Ticaret. pic.twitter.com/r5SvMrcgyT— Unión Eléctrica (@OSDE_UNE) December 13, 2024
Este pronunciamiento parece responder a versiones que vinculaban la llegada de la central a la crítica situación energética que afecta a la Isla, marcada por apagones masivos y un déficit estimado promedio de 1.200 MW diarios.
Con una capacidad de generación de 80 MW, la Cankuthan Bey se suma de forma provisional a las cinco centrales flotantes actualmente operativas en el país.
Inicialmente, su arribo fue interpretado como una medida para mitigar los constantes cortes eléctricos, agravados por un déficit diario. Sin embargo, la aclaración oficial ha suscitado dudas respecto a los términos de negociación con la compañía turca y las verdaderas razones detrás de esta incorporación.
Desde 2019, el régimen cubano ha recibido un total de ocho centrales flotantes de Karpowership, de las cuales seis permanecen activas. Estas incluyen tres en La Habana (Belgin Sultan, Suheyla Sultan y Erol Bay), una en el Mariel (Ela Sultan), otra en Santiago de Cuba (Erin Sultan) y ahora, temporalmente, la Cankuthan Bey.
A pesar de la evidente dependencia de estas infraestructuras, el gobierno ha evitado divulgar detalles sobre los costos y las condiciones de los contratos con Karpowership. Según una fuente anónima citada por el medio independiente Periódico Cubano, la llegada de la Cankuthan Bey responde a un intento desesperado del régimen por evitar apagones durante las festividades de fin de año, esto ante el temor de protestas populares.
Este esfuerzo implica un gasto significativo, con la misma fuente revelando que mantener operativa esta patana cuesta aproximadamente 172.800 dólares diarios, una cifra alarmante para una economía en crisis.
La falta de transparencia sobre estos acuerdos sigue generando críticas por parte de la población, la cual no entiende porqué el régimen está dispuesto a desembolsar esa cantidad por una solución temporal mientras la infraestructura energética del país se cae a pedazos por las varias décadas de explotación y la falta de mantenimiento.