¡No se necesitan brazos ni piernas para cumplir un sueño!
Cuando de cumplir los sueños se trata no existen obstáculos que puedan impedirlo y Harmonie-Rose Allen es un ejemplo vivo de ello.
La pequeña de cinco años de edad se enfrentó a la muerte cuando solo tenía 11 meses, pues debido a una meningitis perdió las cuatro extremidades de su cuerpo.
Sin embargo, ante la poca probabilidad de vida que daban los médicos, Harmonie logró sobrevivir y a los tres años ya caminaba con su prótesis.
Su discapacidad no ha sido un impedimento para que la niña desarrolle las mismas actividades que una persona normal. El pasado mes de marzo de este año participó en un maratón deportivo y de igual forma práctica gimnasia artística.
A pesar de no tener brazos ni piernas, Harmonie, es capaz de hacer varios trucos como rebotar en el trampolín y hacer botes en el suelo, sin sus prótesis.
La menor sueña con convertirse en una gran gimnasta, por lo que entrena duro cada día y su perseverancia y disciplina desde tan pequeña la han convertido en un ejemplo de coraje, entusiasmo y dedicación para el mundo entero.
Harmonie vive en Bath Somerset, Reino Unido, y recibe la ayuda de sus entrenadores para practicar los movimientos y utilizar los aparatos que exige la gimnasia.
“En cuanto a los movimientos y aparatos, los entrenadores la ayudan y ella encuentra su propia manera de hacer las cosas”, afirmó Freya Hall, madre de la niña.
Al respecto, Freya Hall explicó que sintió miedo al principio cuando decidió inscribir a su hija en las clases de gimnasia, pero Harmonie se adaptó muy bien y ahora tiene varios amigos.
De igual forma, agregó: “Es realmente importante mantenerla activa y quiero que Harmonie sepa que puede hacer cualquier cosa que se proponga en la vida, para que no vea barreras”.
El médico de Harmonie, Paul Baskerville, explicó al Daily Mail que “su entusiasmo y determinación es un ejemplo para todos, para gimnastas, entrenadores y personas no deportistas por igual”.
La determinación de Harmonie ha sido una inspiración para muchos en la comunidad de Bath, la cual decidió contribuir a la historia de vida de la niña recaudando alrededor de $300,000 dólares para destinarlos a la terapia y el equipo que la pequeña necesita.
Hasta el momento, la niña disfruta la vida y el practicar gimnasia artística, por lo que su historia ya se ha hecho viral en las redes, donde miles de usuarios admiran su espíritu de luchadora desde tan pequeña.