Por medio de la entrada en vigencia de una nueva legislación en Ucrania se le aplicará una castración química a todas aquellas personas que hayan sido declaradas culpables de abusar sexualmente de un menor en el país.
A través de esta nueva medida son miles los criminales que quedarán afectados recibiendo esta forma de castración.
El proceso consiste en la aplicación de una “inyección forzada de medicamentos anti-andrógenos, que consisten en químicos que deberían reducir la libido y la actividad sexual”; de esta manera lo ha reportado el medio británico Daily Mail, citado a la agencia nacional de noticias de Ucrania.
Hasta el momento las autoridades ucranianas no han dado pormenores de cuáles son los químicos que contiene dicha inyección.
Este procedimiento está dirigido con especificidad a aquellos individuos que sean declarados pedófilas y que posean una edad comprendida entre los 18 y los 65 años de edad.
Con la entrada en vigencia de esta nueva ley, se ha determinado la existencia de un registro público de los criminales que han sido declarados culpables de pedofilia, encarcelados por violación o cualquier otro tipo de abuso sexual hacia un menor; esto con la finalidad que se encuentren públicamente identificados.
Además, luego de que estos criminales cumplan su sentencia, deberán vivir el resto de sus días sometidos a un seguimiento por parte de las autoridades policiales; esto como medida preventiva para evitar su reincidencia, y en caso de que la haya, identificarla con la mayor prontitud posible.
Oleg Lyashko, el líder del Partido Radical, fue uno de los encargados de promocionar y trabajar en pro de la aprobación de esta nueva medida legislativa; y su ímpetu en ello es basado en su pensamiento de que los violadores suelen volver a su “negocio”.
“Es muy poco probable que el violador no vuelva a su ‘negocio’ nuevamente después de ser liberado de la cárcel”; afirmó Lyashko.
La entrada en vigor de esta nueva ley ha causado gran impacto y revuelo; más ante el reciente reporte de una menor de 11 años, que murió en medio de una “lucha” por evitar ser violada.
El nombre de la menor era Daria Lukyanenko, y su agresor era Nikolay Tarasov, de 22 años, un “amigo de la familia”.
La noticia de la muerte de Daria causó gran conmoción en la comunidad, por lo que fueron cientas de personas las que acudieron a sus actos fúnebres de la pequeña de 11 años; entre ellas la madre de Tarasov, quien negó a su hijo luego de saber de sus sucios y terribles actos.
