La muerte de la reina Isabel II de Inglaterra parece próxima, dado su delicado estado de salud y las precauciones que se han tomado a su alrededor, como el que toda su familia se encuentre camino a verla, en el castillo de Balmoral, en Escocia.
Incluso si lo inminente ocurriera de un momento a otro, existe un protocolo que todos los funcionarios y miembros de la familia deben seguir cuando esto suceda, conocido como ‘London Bridge Operation’ (Operación Puente de Londres).
Según dio a conocer el sitio Político en 2020, la Operación London Bridge dará inicio cuando al primer ministro británico se le comunique por teléfono la frase “El puente de Londres ha caído”, la clave para comunicar el fallecimiento de la monarca.
A partir de ahí, se tomarán diferentes medidas para afrontar el “Día D”, como se le denominó al día de la muerte de la reina. Funcionarios y ministros de mayor relevancia serán los primeros en ser notificados mediante llamadas y correos electrónicos, cuyos borradores ya están listos.
“Estimados compañeros, es con tristeza que les escribo para informarles de la muerte de Su Majestad la Reina”, escribirá el secretario del gabinete, el funcionario de mayor rango en el Reino Unido, a todos los ministros.
Tras el envío del mensaje, todas las banderas de Whitehall -la zona parlamentaria- se colocarán a media asta en un tiempo máximo de 10 minutos. El protocolo establece también que los ciudadanos británicos conocerán la noticia a través de una “notificación oficial” emitida por la Casa Real.
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Asimismo, la primera ministra será la primera integrante del gobierno en hacer una declaración, y el resto de miembros del Ejecutivo no podrán pronunciarse al respecto hasta entonces.
Por otra parte, el Parlamento británico, así como las cámaras autónomas de Escocia, Gales e Irlanda del Norte cesarán su actividad. Por último, se anunciará un minuto de silencio a nivel nacional y el Ministerio de Defensa disparará salvas desde diversas ubicaciones.
Protocolo en redes sociales
La “Operación London Bridge” también incluye un protocolo exclusivo para redes sociales, en el que se establece la prohibición de publicaciones y retuits de contenido no urgente en cuentas oficiales.
También se contempla que todas las fotos de perfil de las cuentas oficiales, así como la de la página oficial de la Familia Real, cambiarán a un negro total.
La jornada será frenética para el primer ministro, que tendrá una audiencia con el nuevo rey, Carlos, y acudirá al servicio conmemorativo que la Catedral de San Pablo albergará en honor a la reina, una ceremonia íntima y “espontánea”.
Sobre el manejo del cuerpo, se indica que si la reina fallece en su residencia de Sandringham (este de Inglaterra) su ataúd llegará en un tren y será recibido por el primer ministro en la estación londinense de St. Pancras.
No obstante, si ocurre en Balmoral, Escocia, se activará la “Operación Unicorn” que la llevará también en tren a Londres, si es posible. Si no, será la “Operación Overstudy”, que trasladará el féretro en avión.
Este jueves 8 de septiembre, el Palacio de Buckingham emitió un comunicado en el que informó que la reina se encuentra bajo supervisión médica, y que la Familia Real ya se encuentra con ella. Reino Unido se mantiene en alerta ante el posible fallecimiento de la monarca.