Padres de médico cubano abatido en Kentucky revelan detalles del caso
“La policía me dijo que iban a neutralizarlo. Nunca le ayudaron. Solo le dispararon”, declaró la madre del joven
La familia del joven Yoel Roberto Nápoles Ravelo, médico cubano que fue abatido por la policía de Kentucky a finales de julio, ha criticado el actuar de las autoridades de la ciudad de Louisville, señalando que este había pedido ayuda durante un episodio de salud mental, pero en lugar de socorrerlo, la policía le disparó.
El padre del joven, Joel Nápoles Gómez, indicó a la televisora WDRB que en sus últimos momentos de vida, su hijo quiso pedir ayuda, pero tres oficiales terminaron disparándole en frente de toda su familia.
Nápoles indicó que su hijo parecía “nervioso” esa mañana, y comenzó a limpiar todo dentro de la casa.
“Pensamos que algo estaba pasando. Durante todo el día, él estuvo concentrado en entrar y salir del garaje, entrar y salir de casa, entrar y salir del auto. Cada vez que lo hacía, estaba muy nervioso”, indicó ante las cámaras.
De igual manera, dijo que su familia trató de calmarlo un poco durante la tarde, pero la situación empeoró ese 25 de julio cuando el joven tomó su teléfono y trató de llamar al 911.
Su familia aseguró que este comenzó a hacer mucho ruido, por lo que trataron aún más de calmarlo, ofreciéndole comida y un baño. Pese a esto, no funcionó.
“Lo que no queríamos es que llegara la policía, porque a veces las cosas se pueden sacar de contexto”, dijo el padre del joven fallecido.
La familia señala que el primer oficial arribó a la casa, y cinco minutos después, otro policía acudió como refuerzo. La madre y la hermana del joven salieron de la vivienda para informarles a los oficiales que necesitaban ayuda para calmarlo, esto mientras el padre se quedó dentro con él.
En ese momento, se dio cuenta de que su hijo había tomado un cuchillo.
“Y le grité: ‘Yoel, ¿qué estás haciendo? Tienes que devolverlo’. Así que procedió a devolver el cuchillo”, dijo, contradiciendo el reporte policial que aseguró que este no soltó el arma en ningún momento.
Los padres del médico indicaron que este no tomaba medicamentos, y que solo había tenido dos episodios anteriores, aunque ninguno tan fuerte como el de ese día.
“La policía me dijo que iban a neutralizarlo. Nunca le ayudaron. Solo le dispararon”, dijo por su cuenta Norgeris Ravelo Alarcón, madre del joven.
“Sabían que lo que habían hecho estaba mal. Solo tenían que neutralizarlo y no dispararle”, agregó el padre.
Pese a esto, el jefe interino de la policía en Loisville, Paul Humphrey, aseguró a la prensa que los oficiales usaron pistolas Taser y balas de goma para intentar detenerlo, pero luego abrieron fuego contra él al no poder frenarlo.
La semana pasada, el Departamento de Policía Metropolitana de Louisville (LMPD) identificó a los tres agentes involucrados como Matthew Forbes, Garret Schmeltz y Kendrick Eaves, todos de la 3ª División.
De momento, el caso continúa siendo investigado por la Unidad de Integridad Pública del LMPD y se espera que el departamento haga públicas las grabaciones de las cámaras corporales de los involucrados, algo que representaría evidencia irrefutable de lo que pasó.