La pelota cubana está en uno de los momentos más críticos de su historia, los resultados internacionales así lo demuestran, al igual que las estadísticas de la Serie Nacional, sobre todo del descontrol y mala localización de los envíos de los lanzadores.
Un gran entrenador como el pinareño José Manuel Cortina da algunas declaraciones sobre el estado actual del picheo y la prevención de las molestias en el brazo de lanzar.
“Si hay buena higiene, disciplina, un técnico responsable y un box con la altura adecuada, es difícil sentirse mal. Lo otro, no pueden dejar de tirar. A veces pasa con los pícheres del equipo nacional, van a su casa a descansar, luego se enfrentan a la serie, y aparecen las lesiones. Siempre le aconsejé eso a Lazo: muchacho para arriba de la lomita, no puedes perder la forma. Pedro Luis se mantuvo con el brazo de hierro durante 20 campañas”.
Cortina lleva más de 50 años vinculado a la pelota en Cuba y sobre todo a los grandes lanzadores que ha dado el territorio pinareño: Jesús Guerra, Rogelio García, Julio Romero, José Ariel Conteras, Ariel Prieto, Luis Hernández, Danny Betancourt, José Ibar, Danny Aguilera, Faustino Corrales, Carlos Yanes, Alain Soler, Vladímir Baños y Pedro Luis Guzmán.
“Fui para la biblioteca de la Facultad de Cultura Física y ahí estudié el brazo del hombre. Ese aprendizaje, unido al esfuerzo y entrega de Rogelio (trabajo en la piscina, con la pelota en sobre y bajo de pesos, lanzamiento de la jabalina), posibilitaron que regresara al 100 por ciento. Después de eso, dio dos hits cero carreras”.
Atendió también a jugadores de posición, entre ellos, Rolando Meriño, Pedro Luis Rodríguez, Yaser Gómez, Yobal Dueñas, Donal Duarte y a Víctor Víctor Mesa.
“Para ayudarlos, lo primero que hice fueron las pruebas físicas y luego comenzó la parte sicológica, que es la más difícil, pues tuve que esperar a que perdieran el temor al movimiento”.
“Él ya fue intervenido quirúrgicamente, y con lo que yo pueda agregar, creo en la rehabilitación. Busco el fortalecimiento de hombro y codo. Para ello enfatizo en ejercicios de antebrazos, con pesas y de relajación, además de trabajar con pelotas de baloncesto hasta que respondan los planos afectados,” sentenció Cortina, quien ahora cuenta con 68 años.
