La custodia de los hijos de Shakira y Gerard Piqué está a punto de resolverse gracias a una negociación que, al parecer, beneficiará a la colombiana, pero solo si cumple con lo que su ex le está pidiendo.
Todo apunta a que los famosos que duraron más de 10 años juntos se verán, probablemente, la próxima semana en la casa de la barranquillera en Las Bahamas, para darle fin a la batalla legal por el tema de los niños.
Si el resguardo oficial de Sasha y Milan pasa a manos de la cantante, será porque el padre de los niños, haya autorizado tal situación y solo será si posible si respetan lo que ha requerido por parte de la madre.
El medio Ok Diario ha informado que Shakira hizo una oferta para el reparto de la custodia de los dos hijos con el futbolista del FC Barcelona. Parece que el defensa no se negó, pero le planteó dos condiciones innegociables para acceder a que los varoncitos se vayan a Miami con su mamá.
Entre los requisitos que solicita Piqué está que su expareja le garantice 5 boletos en primera clase cada año para que él pueda viajar a Estados Unidos y estar cerca de sus hijos.
Otro de los pedimentos del deportista tiene que ver con una cantidad fija de dinero de 400.000 dólares para pagar una vieja deuda del jugador.
Aunque de esto último no hay mayor detalle, se sabe que los famosos llevaban negocios juntos y hablar de ellos, también requerirá, muy probablemente, otra batalla legal.
En cuanto a la tenencia de los menores, la intérprete del ‘Te felicito‘ argumentaría, entre las razones para llevarse a sus hijos, la presión mediática a la que los pequeños están expuestos en Barcelona, desencadenando situaciones desagradables para su salud mental.
Respecto a quién podría resultar triunfante en el caso con los pequeños, se sabe que Shakira lo lograría lo que quiere y además podría recurrir a la figura del “padre ausente” para desmontar los argumentos de Piqué en caso de querer quitárselos.
Lo que sí es cierto es que todo lo que está pasando en torno a los padres de Sasha y Milan, sigue en vía de consolidarse con la mudanza de Shakira a Miami con los niños, lugar donde posee otra casa para poder vivir tranquilamente con ellos, sin el acecho de la prensa amarillista.
