Presidente de México se niega a recibir migrantes deportados de EEUU
La situación podría poner en riesgo las medidas recientemente implementadas por Joe Biden en la frontera con México
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, firmó una orden ejecutiva que reforzaría las medidas migratorias en la frontera entre México y el territorio estadounidense. Esta medida incluye el acelerar las deportaciones hacia el país azteca, sin embargo, todo apunta a que el gobierno de esta nación no está dispuesto a aceptar a los indocumentados expulsados por EEUU.
Durante una conferencia de prensa, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, afirmó que se negaría a recibir a los migrantes deportados que no sean ciudadanos de su país, lo que dificultara la expulsión de centro y sudamericanos.
“Si EEUU toma la decisión de deportar, que lo hagan directo. Porque llegan a México y luego, nosotros no tenemos problema, nosotros tratamos muy bien a los migrantes, a todos, pero ¿por qué triangular? ¿Por qué no el acuerdo directo?”, cuestionó durante la denominada conferencia “Matutina”.
La posición que ha adoptado el presidente de México complicaría cosas para la administración de Biden, pues elevaría el precio de las deportaciones hacia cada país de origen de las miles de personas que intentan llegar a EEUU a través de la frontera.
Este listado incluye a migrantes de Centroamérica, Venezuela, Cuba, Haití, China, India e incluso Rusia. Por si fuera poco, EEUU no tiene acuerdos migratorios con varios de estos territorios, por lo que una deportación directa es imposible.
Recientemente, los presidentes de México y EEUU sostuvieron conversaciones telefónicas en las que aseguraron hablar de temas cruciales como las recientes elecciones en México y la colaboración bilateral en áreas económicas y migratorias.
Sin embargo, la postura adoptada por López Obrador podría provocar que el plan de Biden para controlar la crisis en la frontera, ideado a unos meses de las inminentes elecciones en EEUU, fracase.
Medidas adoptadas por EEUU
La orden firmada por Biden este 4 de junio cierra temporalmente la frontera sur de EEUU cuando los cruces diarios excedan los 2.500, algo que ya pasó. Esta normativa se basa en las secciones 212(f) y 215(a) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, la cual le da el poder al presidente de regular el paso entre fronteras si esto representa un peligro para la seguridad del país.
Según la Casa Blanca, la frontera volverá a abrir en cuando el número de cruces se reduzcan a 1.500 diarios.
De acuerdo con Biden, esta medida excluye a niños no acompañados, víctimas de trata de personas, migrantes que estén en peligro inmediato y personas con emergencias médicas.