Raúl de Molina afirma haber sufrido “traiciones” en ‘El Gordo y La Flaca’
El conductor de 65 años también develó tener problemas para adaptarse a los nuevos tiempos, sin bullying, de la televisión
El presentador cubano Raúl de Molina, uno de las caras principales del icónico programa de Univisión, El Gordo y La Flaca, compartió algunas de las dificultades que ha enfrentado durante sus más de tres décadas al aire.
En entrevista con la venezolana Daniela Di Giacomo, en su programa de YouTube, De Molina se sinceró sobre las tensiones y desafíos que ha encontrado en su día a día trabajando dentro de la industria televisiva.
Y es que el programa que De Molina conduce junto a la cubanoamericana Lily Estefan desde hace ya 30 años, es uno de los más exitosos de la televisión hispana, y un referente de la televisión de espectáculos, manteniéndolo a él como uno de los conductores más queridos del público.
Pero no todo ha sido “miel sobre hojuelas”, y el conductor de 65 años señaló que el medio no es tan glamuroso como aparenta, con muchas personas siendo hipócritas, lo que lo ha llevado a tener varias experiencias negativas.
“La mayoría de la gente que trabaja en televisión no es buena gente, muchos de ellos tratan de clavarte el cuchillo en la espalda”, expresó.
Para el conductor, la fuerte competencia y las traiciones están a la orden del día en los medios, y cuando Di Giacomo le preguntó si él mismo había sido víctima de estas acciones, su respuesta fue directa: “Todos los días”.
Por otra parte, parece que el conductor está teniendo problemas para adaptarse a los cambios generacionales, pues reclamó la “autocensura” y las restricciones para hablar de ciertos temas en pantalla, pues afirma que en los últimos tiempos ha cambiado significativamente lo que se puede o no decir en la televisión.
“Ahora tú no puedes decir nada”, lamentó, señalando que ha tenido que aprender a medir sus palabras para evitar problemas.
El presentador, acostumbrado a una época en la que la crítica y el bullying en pantalla estaban normalizados, señaló que, por ejemplo, ya no puede hacer referencia al sobrepeso de sus invitados, y que lucha con la manera de referirse a ellos cuando bien podría solo no mencionar su apariencia en absoluto.
“Tú ves a personas que pesan 500 libras y tienes que decir ‘ay, qué bien luces’, pero a una flaca no le puedes decir flaca, entonces, ¿qué coño le vas a decir?”, se preguntó, visiblemente frustrado.
Lo cierto es que con casi tres décadas de trayectoria, Raúl de Molina ha experimentado de primera mano los cambios y retos de la televisión moderna, y aunque es difícil que se adapte a su avanzada edad, sigue siendo pieza clave en la cadena hispana, y una de las figuras más seguidas por el público en EEUU.