Récord mundial de salto en paracaídas: Dos argentinos se lanzan desde la estratosfera
El salto no solo rompió récords por la altitud, sino también por haberse realizado en plena oscuridad.
Dos paracaidistas argentinos han roto el récord mundial al realizar un impresionante salto nocturno en caída libre desde la estratosfera. Esta hazaña, que tuvo lugar en la madrugada del 9 de septiembre de 2024, representa uno de los mayores logros en la historia del paracaidismo y los deportes extremos, al alcanzar más de 35.000 metros de altura.
El salto no solo rompió récords por la altitud, sino también por haberse realizado en plena oscuridad. Este hito desafió los límites físicos y mentales de los paracaidistas, quienes se enfrentaron a temperaturas bajo cero, fuerzas G extremas y una caída libre que superó los 1.200 km/h.
Un salto histórico desde la estratosfera
El récord de salto en paracaídas fue superado varias veces en la historia, pero este logro es especial no solo por la altura, sino también por las condiciones en las que fue realizado. Saltar desde la estratosfera implica caer a través de capas de la atmósfera con condiciones extremas, donde el aire es prácticamente inexistente al principio, lo que permite alcanzar velocidades cercanas a la del sonido.
“La velocidad que estos saltadores alcanzaron fue impresionante, llegando a más de 1.200 km/h. Al principio pensé en lo sorprendente que es ver a alguien caer tan rápido, pero también me pregunté por qué usan casco. ¿Hay algún control de tránsito para paracaidistas a esas alturas?”, fue una de las reflexiones que surgió tras el salto.
A pesar de la gran velocidad, el aire en las capas superiores de la atmósfera es tan delgado que no presenta mucha resistencia. Sin embargo, a medida que los paracaidistas descendían, la densidad del aire aumentaba, lo que redujo su velocidad a unos 300 km/h antes de abrir sus paracaídas.
¿Es posible caer en Japón al lanzarse desde la estratosfera?
Un comentario curioso que surgió tras la hazaña fue si los paracaidistas podrían aterrizar en Japón tras un salto desde la estratosfera. La realidad es que, aunque se pueda alcanzar una gran velocidad y recorrer largas distancias en caída libre, la gravedad sigue empujando a los saltadores hacia la Tierra de manera vertical.
Aunque hay corrientes de aire en las capas altas de la atmósfera, no son lo suficientemente fuertes como para mover a una persona miles de kilómetros. Así, la idea de “caer en Japón” resulta más una fantasía que una posibilidad científica.
Los peligros de caer a 1.200 km/h
Caer desde una altura tan extrema implica enfrentar una serie de riesgos considerables. Al superar los 1.200 km/h, el cuerpo experimenta fuerzas G que pueden causar mareos o incluso pérdida de consciencia. Además, las temperaturas en la estratosfera pueden llegar a ser tan bajas como -60 °C, lo que hace necesario el uso de trajes presurizados, similares a los de los astronautas, para mantener el cuerpo a una temperatura segura.
El riesgo de perder el control también es muy alto. A esa velocidad, cualquier giro descontrolado podría ser fatal. Por ello, los paracaidistas están altamente entrenados para estabilizarse y mantener el control durante la caída.
“Al ver este tipo de saltos, uno no puede evitar preguntarse si realmente es necesario llegar tan lejos. Algunos lo ven como un desafío al límite humano, mientras que otros creen que es simplemente una forma extrema de entretenimiento”, reflexionó otro espectador.
Impacto en los deportes extremos
Este tipo de hazañas no solo marcan un hito en el paracaidismo, sino que también inspiran a toda una generación de deportistas extremos. Romper récords como este es un ejemplo de cómo el ser humano sigue desafiando los límites de lo posible.
La comunidad de deportes extremos ha seguido de cerca este salto, que ha elevado el listón para futuros intentos de récords. Aunque hay quien se pregunta si estos riesgos valen la pena, nadie puede negar el impacto global que generan estos logros.