Retrasan nuevas disposiciones sobre compraventa de vehículos en Cuba
El Ministerio de Transporte de Cuba indicó que se planeaba implementar dichos cambios en estas fechas, pero que el proceso se complicó
Las autoridades del Ministerio de Transporte de Cuba anunciaron que la entrada en vigor de las actualizaciones a la política de compraventa de vehículos en la Isla iba a tener un retraso debido a que era necesario ajustar estas normas con los organismos involucrados.
Esta noticia fue confirmada por el ministro en la materia, Eduardo Rodríguez Dávila, quien utilizó sus redes sociales para explicar que, aunque se esperaba implementar estas disposiciones muy pronto, el proceso se ha complicado, por lo que se requiriere más tiempo de lo calculado inicialmente.
El funcionario castrista reconoció que la normativa generó inquietud entre los ciudadanos de la Isla, y señaló que los detalles finales ya se encontraban en etapa de conciliación. En ese sentido, afirmó que se informará oportunamente a la población una vez concluyan los ajustes.
Las autoridades han señalado que la actualización de la política incluye aspectos como la transmisión de propiedad de vehículos de motor, así como la comercialización en moneda libremente convertible (MLC).
Las disposiciones, aprobadas en el Decreto 83/2023, tienen el objetivo de optimizar el acceso a vehículos y, a su vez, generar ingresos para la recuperación del defectuoso transporte público del país.
El pasado mes de septiembre, el ministro compartió infografías que explicaban más a detalle la formación de los precios de los vehículos importados a la Isla, un tema que inevitablemente generó críticas entre los ciudadanos del país debido a sus excesivos precios.
La información indicó en aquella ocasión que el precio final de un vehículo resultaba ser la sumar del costo base del proveedor, los gastos de importación (es decir un 6%), el margen comercial (de 20%) y los impuestos especiales, los cuales variaban de acuerdo a la gama del automóvil y podían alcanzar hasta un 35%.
Siguiendo este proceso, un vehículo estándar puede alcanzar un precio final de 15.900 dólares o euros, mientras que un auto de alta gama llegaba a los 17.172, algo casi imposible de pagar para el cubano de a pie.
Como resultado de este anuncio, decenas de antillanos acudieron a redes sociales para quejarse de la situación, afirmando que, sin importar cuánto trabajaran, los precios propuestos por el régimen eran prácticamente inalcanzables.