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Reunificación familiar: polémica tras llegada a EEUU de exdirigente del PCC

El anciano, descrito por muchos como un dirigente déspota en su tiempo, evitó en todo momento responder las preguntas que se le hicieron

El Aeropuerto Internacional de Miami (MIA) fue lugar de otro reencuentro familiar entre personas originarias de Cuba, sin embargo, este no fue del todo bien recibido por la comunidad antillana, pues se trató de un exmiembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC).

La llegada del exdirigente, identificado como Manuel Méndez Castellanos, fue captada este jueves 15 de agosto por el periodista Mario J. Pentón, quien averiguó que este logró llegar a Estados Unidos con ayuda del programa de reunificación para cubanos (CFRP, por sus siglas en inglés).

 

Méndez Castellanos arribó a Florida en una silla de ruedas, y pese a su avanzada edad, parece no haber perdido la práctica, pues este trató de arrebatarle el teléfono celular al periodista cuando Pentón se acercó a interrogarlo.

“No, yo voy para mi casa”, fue lo único que el exmiembro del PCC se limitó a decir mientras era recibido por varias personas, presumiblemente familiares suyos.

La situación generó descontento entre los miembros del exilio cubano, los cuales no se explican cómo era posible que un miembro del PCC pudiera entrar de manera tan impune al territorio estadounidense.

En ese sentido, señalan que el gobierno de EEUU no está haciendo una investigación lo suficientemente exhaustiva a la hora de otorgar este tipo de visas bajo el programa de reunificación familiar, el cual se  supone no debería beneficiar a quienes han militado en organizaciones represoras del régimen.

El reportero señala que Manuel Méndez fungió como primer secretario del PCC en Cienfuegos desde 1993 hasta el 2003, y fue representante del régimen cubano en eventos internacionales como el Congreso del Partido Comunista de Venezuela.

Un cubano identificado como Joaquín Zardón, quien fue residente en Cienfuegos durante el mandato de Méndez Castellanos, aseguró que este era un dirigente “déspota”, el cual se mantuvo en el poder gracias a su cercanía con la cúpula del régimen y se aprovechó de su posición para enriquecerse.

Todo apunta a que ahora, ya que le dejó de ser útil al régimen, decidió escapar al imperio que tanto tiempo pasó criticando.

Pentón también entrevistó a una cubana que se encontraba a la espera de un familiar en el aeropuerto, la cual señaló que sentía vergüenza al ver a este tipo de personas ingresando al país mientras miles de los oprimidos por el régimen no pueden hacerlo.

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