El primogénito de los duques de Sussex, Archie Harrison Mountbatten – Windsor, llegó al mundo en una sala de partos, del centro privado, Hospital Portland, en Westminster de Londres.
Harry, de 34 años, y su esposa Meghan de 37, habían querido mantener en secreto el lugar de nacimiento de su primer bebé, así como los detalles del equipo de especialistas médicos que atendieron el parto.
Algunos medios británicos llegaron a publicar sobre la posibilidad de que la duquesa hubiera elegido un parto en casa, que habría tenido lugar en su domicilio de Frogmore Cottage, dentro de los terrenos del Castillo de Windsor.
Las especulaciones resultaron no ser más que rumores, como pudo comprobarse cuando la agencia local PA, reveló el certificado de nacimiento del pequeño, donde identifican a la madre como “Rachel Meghan Su Alteza Real la duquesa de Sussex”, cuya ocupación fue señalada como “Princesa del Reino Unido”.
El pequeño Archie, es el séptimo en la línea de sucesión al trono británico. Es el octavo bisnieto de la reina regente, Isabel II, y nació el pasado 6 de mayo, a las 5:26 de la mañana (hora local) con un peso de 3,26 kilos.
El palacio de Buckingham dio a conocer el nacimiento, en punto de las 12:00 pm del mismo día. De acuerdo a los voceros oficiales, tanto la reina y su esposo, el duque de Edimburgo, así como el resto de la familia, estaban encantados con la noticia”.
Harry y Meghan no siguieron la tradición real de anunciar el nacimiento con anticipación, en su lugar, esperaron a que la duquesa y su bebé ya hubieran sido dados de alta del hospital para informar a los medios.
La pareja real presentó a su hijo en el Castillo de Windsor ante el resto de la familia. Los duques de Sussex compartieron algunas imágenes del encuentro entre la reina y su bisnieto.
