Sin la más mínima vergüenza, el Gobierno de Cuba recibió una donación de 253 toneladas de aceite de girasol y 430 toneladas de harina de trigo de parte de Rusia.
Con esto se demuestra una vez más que el régimen mantiene al cubano de a pie a punta de donaciones de otros países, lo que explica por qué la miseria es tan grande en la Isla.
El país ruso, aliado de La Habana, hace esto como una forma de contribuir ante la escasez que enfrenta la Mayor de las Antillas, que se ha intensificado desde este año, luego de la llamada Tarea Ordenamiento.
Según información del diario Granma, los alimentos fueron entregados a través de la oficina en Cuba, del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas, y serán destinados para el beneficio del Sistema de Atención a la Familia, SAF.
El embajador ruso en Cuba, Andrey A. Guskov, señaló que la carga está valorada en un millón de dólares y que también están preparando otros proyectos de cooperación.
“Están en marcha cuatro proyectos bilaterales, en los cuales interviene el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), dirigidos a fortalecer la adaptación a la sequía en Santiago de Cuba; generar oportunidades de empleo para jóvenes en sectores priorizados, respaldar al sector ganadero en Guantánamo, e incrementar la resiliencia urbana ante los riesgos de desastre en La Habana”, reseña Granma.
