Sancti Spíritus cerró el 2024 con un aumento de casos de hepatitis A
El brote tuvo su origen en el municipio de La Sierpe, pero progresivamente se extendió hacia otros territorios
Sancti Spíritus cerró el año 2024 con un preocupante aumento de casos de hepatitis A, alcanzando un total de 1.080 diagnósticos, una cifra sin precedentes en la provincia en la última década. Según informó Yurien Negrín Calvo, subdirectora del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, al medio oficialista Escambray, esta situación refleja una crisis sanitaria que afecta no solo a esta región, sino al país en general.
El brote tuvo su origen en el municipio de La Sierpe, pero progresivamente se extendió hacia otros territorios como Sancti Spíritus y Cabaiguán, aunque en estos últimos con menor intensidad.
“La hepatitis A es una enfermedad viral aguda transmitida principalmente por agua y alimentos contaminados. Es esencial mejorar la calidad del agua y la higiene alimentaria para prevenir nuevos contagios”, advirtió Negrín Calvo, destacando la transmisión oral-fecal de este virus.
Diagnóstico limitado por falta de recursos
La funcionaria también subrayó las dificultades para diagnosticar con precisión la enfermedad debido a la falta de insumos médicos. Según explicó, la mayoría de los casos son detectados a partir de síntomas clínicos y pruebas básicas como las transaminasas TGP, ya que no hay acceso suficiente a reactivos específicos.
“Esto genera un subregistro considerable, ya que muchos enfermos no son diagnosticados o ni siquiera acuden al sistema de salud”, señaló.
Esta problemática no solo afecta la detección de la hepatitis A, sino también de otras enfermedades recurrentes en la Isla, como el dengue y la fiebre del Oropouche. Ambos padecimientos suelen ser identificados únicamente mediante observación clínica, lo que reduce la precisión en su manejo y control.
Entre las causas del aumento de enfermedades en la provincia, se destacan el deterioro de la infraestructura hidrosanitaria y la contaminación del agua potable. Negrín Calvo detalló que problemas como las filtraciones, el sifonamiento y la interrupción constante del suministro de agua potable contribuyen al auge de brotes infecciosos.
El problema, sin embargo, no es exclusivo de Sancti Spíritus. En 2024, provincias como Cienfuegos y Ciego de Ávila también experimentaron episodios alarmantes de enfermedades vinculadas a la contaminación del agua. En mayo, un brote de hepatitis A afectó al consejo popular Reina, en Cienfuegos, mientras que Ciego de Ávila registró un incremento del 86% en casos de enfermedades diarreicas agudas en comparación con el año anterior.
Medidas insuficientes ante una crisis sistémica
Las autoridades de salud han intensificado las acciones de prevención, insistiendo en medidas de autocuidado como hervir el agua, lavar frutas y vegetales, desinfectar superficies y garantizar la higiene frecuente de manos. También recomiendan separar utensilios personales en hogares con casos confirmados. No obstante, estas estrategias no atacan el origen del problema: el colapso del sistema de servicios públicos.
Yes que la falta de voluntad política para solucionar las deficiencias estructurales agrava aún más la crisis sanitaria. Mientras tanto, los ciudadanos enfrentan brotes de enfermedades prevenibles que evidencian las profundas fallas de un sistema de salud incapaz de garantizar las condiciones mínimas para proteger la salud pública, esto pese a autodenominarse una “potencia médica”.