Bajo la organización y los esfuerzos de todas las escuelas públicas del condado de Miami Dade, el pasado martes se llevó a cabo el baile de graduación dedicado a los jóvenes con trastorno de espectro autista que estaban finalizando su etapa escolar; de esta manera lo reportó el medio Miami CBS local.
“Realmente les da la oportunidad de disfrutar, desahogarse, relajarse y divertirse”, expresó, Mark Karp, el vicepresidente de la Junta Escolar del Condado de Miami-Dade al referirse al evento que se llevó a cabo recientemente.
Fueron alrededor de 400 los jóvenes que tuvieron la oportunidad reunirse a celebrar esta ocasión; de esta forma, vestidos elegantemente con trajes, maquillaje y accesorios, pudieron compartir un día diferente en medio de risas, baile y un acto que fue dedicado exclusivamente para ellos.
Para que pueda ser un baile de graduación es necesario que haya la elección de un rey y una reina; y por supuesto este no fue la excepción; por lo que entre los presentes se dio la votación haciendo la respectiva coronación.
Ashley Jeanguilles, fue la reina del baile, y en al hablar de este especial momento dijo que era la primera vez que participaba de una actividad como esta; y además afirmó con seguridad que se veía muy bien con su corona.
En el marco de esta actividad, la satisfacción no llegó solo a los homenajeados, sino a cada una de las personas que participó y colaboró con ella, quedando contagiados de la gran alegría y paz que producen nobles actos como estos.
Una muestra de esto último son las palabras del superintendente Alberto Carvalho, quien estará a cargo de la entrega de los honores en la próxima ceremonia de graduación, y quien ha expresado que este tipo de eventos renuevan el sentido de su trabajo, considerándolos como un “regalo de Dios”.
“Para mí, francamente, es un regalo de Dios, encuentro el propósito y el significado a través de este tipo de celebraciones”, fueron parte de las declaraciones del Carvalho.
Otro hecho que hizo especial la noche del superintendente fue el descubrir que el sueño de una de las graduandas era bailar con él, ilusión que por supuesto cumplió con gran alegría y disposición, recibiendo como recompensa un dulce beso en su mejilla.
“No sabía que era su sueño bailar conmigo, bailamos y sí, ella me dio un beso en la mejilla y me siento bendecido por ello”, agregó.
