Solo el 10% de los ingresos de ETECSA en 2024 provinieron del extranjero
La empresa reconoció que la falta de acceso a divisas limita las inversiones necesarias para mantener la sostenibilidad de la red
La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A. (Etecsa), que durante años fue una de las principales fuentes de ingresos en divisas para el país, atraviesa una crisis severa. A pesar de sus cuantiosos ingresos en dólares, ha mantenido salarios bajos en pesos cubanos para sus empleados, y ahora enfrenta un declive que afecta directamente su capacidad de inversión y operación.
En una reciente entrevista concedida al diario oficialista Granma, la presidenta ejecutiva de la compañía, Tania Velázquez Rodríguez, reconoció que al cierre de 2024 apenas el 10% de los ingresos de Etecsa provenía del extranjero, una caída alarmante en comparación con el 63% registrado en 2020.
Velázquez Rodríguez atribuyó esta drástica reducción a la depreciación del peso cubano en el mercado informal, lo que ha disminuido significativamente las recargas móviles desde el exterior, una de sus principales fuentes de ingresos en divisas.
El desplome de los ingresos provenientes del extranjero comenzó en 2021 y ha tenido un impacto negativo en la infraestructura de telecomunicaciones.
La empresa ha ralentizado su expansión, logrando solo un 7.5% de penetración de Internet en los hogares a través del servicio Nauta Hogar con ADSL. Además, la infraestructura de telecomunicaciones enfrenta un deterioro significativo, con radiobases obsoletas y sin respaldo energético en los frecuentes apagones.
Sobre este tema, la presidenta de Etecsa lamentó que la falta de acceso a divisas limita las inversiones necesarias para mantener la sostenibilidad de la red. Explicó que cada conexión a Internet representa un gasto en dólares, incluyendo el mantenimiento y la instalación de radiobases, cuyo costo es de aproximadamente 100.000 dólares por unidad.
Actualmente, la empresa cuenta con 5.600 radiobases en operación, pero el 50% de ellas sufre de insuficiencia energética, lo que compromete la calidad del servicio. La infraestructura no ha crecido al ritmo de la demanda de los usuarios, provocando una sobrecarga en el sistema y afectando la calidad de las telecomunicaciones.
En cuanto al servicio de telefonía móvil, Etecsa reportó la existencia de ocho millones de líneas activas en el país. De estas, el 95% tienen acceso a Internet y el 76% de los dispositivos en la red son compatibles con la tecnología 4G. Sin embargo, esto no compensa las deficiencias estructurales y la falta de inversiones en el sector.
Para mitigar la crisis, la empresa ha implementado estrategias para captar nuevamente ingresos desde el exterior. No obstante, la directiva admitió que estas medidas han sido insuficientes para revertir la caída constante de recursos.
En ese sentido, la política económica del gobierno ha sido un factor determinante en la depreciación del peso cubano, afectando la capacidad de la empresa para operar eficientemente.
Velázquez Rodríguez advirtió que, si la tendencia a la baja en los ingresos continúa, el desarrollo de los servicios digitales se verá aún más comprometido, limitando la expansión y modernización de las telecomunicaciones en el país.
A pesar de esta crisis generalizada, Etecsa ha mostrado avances en el comercio electrónico, donde posee un monopolio a través de su plataforma Transfermóvil.
Según la empresa, al cierre de 2024 la aplicación alcanzó los 5,3 millones de usuarios, con más de 1.200 millones de transacciones y un aumento del 30% en operaciones respecto al año anterior. Sin embargo, este crecimiento ha sido impulsado en gran parte por la imposición del gobierno de la bancarización obligatoria ante la crisis de efectivo en la isla.
Los pagos en línea se duplicaron en comparación con 2023, y el número de comercios que aceptan Transfermóvil se triplicó, llegando a 150.000 establecimientos. Además, se habilitaron más de 600.000 monederos móviles para ampliar el acceso financiero de la población no bancarizada.
El futuro de Etecsa se mantiene incierto en un escenario económico complicado, donde la falta de inversión y la devaluación del peso cubano continúan afectando el desarrollo de las telecomunicaciones en Cuba y la vida diaria de los ciudadanos.