Solo funciona la mitad de los carros fúnebres en todo Ciego de Ávila
En cuanto al mantenimiento de funerarias se refiere, cinco instalaciones están siendo reparadas, pero hay problemas de limpieza y falta de personal
Un informe publicado por el periódico oficialista Invasor puso en evidencia las serias deficiencias en los servicios funerarios en Ciego de Ávila, revelando problemas estructurales que afectan desde el traslado de fallecidos, hasta la disponibilidad y calidad de los ataúdes.
Según el reporte, solo ocho de los diecinueve carros fúnebres en la provincia están en funcionamiento, mientras que los once restantes están inoperativos debido a averías o han sido dados de baja.
Municipios como Baraguá y Venezuela carecen por completo de estos vehículos, lo que obliga a trasladar los cuerpos desde otras localidades, incrementando los tiempos de espera y el sufrimiento de las familias.
La falta de repuestos y el deterioro por falta de mantenimiento han sido señalados como los principales motivos de la crisis vehicular.
En una reciente visita a la provincia, el ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, analizó la posibilidad de que micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) asuman la reparación de algunos de estos automóviles, aunque no se detalló cuándo o cómo se ejecutaría esta medida.
Otro aspecto crítico es la producción de ataúdes, afectada por la escasez de madera de calidad y la falta de carpinteros, quienes abandonan el sector debido a los bajos salarios. La reducción de la producción ha llevado a las autoridades a emplear trabajadores de otras áreas para suplir la demanda, sin lograr una solución efectiva.
En cuanto al mantenimiento de funerarias y cementerios, el informe indica que cinco instalaciones están siendo reparadas, pero persisten graves problemas de limpieza y falta de personal. En el cementerio de la ciudad cabecera provincial, la falta de mantenimiento en las bóvedas particulares ha obligado a que empleados de Servicios Comunales se hagan cargo de estas labores.
El servicio de cremación, aunque se mantiene en funcionamiento, también enfrenta dificultades. De acuerdo con Invasor, el horno del crematorio provincial está en reparación, aunque el servicio sigue operando las 24 horas y atiende también solicitudes de Sancti Spíritus.
Una crisis que se extiende por toda Cuba
Aunque el informe se centra en Ciego de Ávila, los problemas funerarios son generalizados en el país. En Matanzas, un periodista oficialista denunció recientemente que la escasez de combustible casi impide el entierro de su abuela, pues los carros fúnebres no podían movilizarse sin una autorización especial para abastecerse de gasolina.
En Pinar del Río, la falta de transporte obligó a un grupo de dolientes a cargar el ataúd de su ser querido por varias calles hasta el cementerio, un hecho que causó indignación en redes sociales y ha sido visto más de una vez.
En Holguín, los habitantes de Banes celebraron la llegada de un carro fúnebre tras años en los que los traslados de fallecidos se realizaban con tractores o camiones de carga.
La situación también es grave en Santiago de Cuba, donde se han reportado entierros en ataúdes de cartón debido a la falta de materiales, una situación que familiares de los fallecidos han calificado de indignante. En Las Tunas, el deterioro de las funerarias y la inestabilidad del suministro eléctrico han provocado que velorios se realicen en completa oscuridad, obligando a los asistentes a utilizar linternas.
Los continuos problemas en el sistema funerario cubano han generado frustración y malestar en la población, que ve cómo ni siquiera en el último adiós sus seres queridos pueden recibir un trato digno.