Testigo que conoce a Damián Valdez revela detalles sobre el caso de El Taiger
El hombre trabajaba como albañil y plomero en la vivienda donde el reguetonero cubano habría recibido un disparo en la cabeza
Las autoridades continúan con a investigación del caso de asesinato del reguetonero cubano José Manuel Carvajal Zaldívar, más conocido por su nombre artístico “El Taiger”. Ahora, a esta se le suman declaraciones dadas por la última persona en ver al acusado, Damián Valdez Galloso, antes de que este le disparara al cantante en la cabeza.
El testigo es un albañil de origen cubano que trabajó en la casa de Valdez, donde el artista recibió el disparo, unos días antes de que el incidente ocurriera. Este le reveló al periodista Javier Díaz, de Univisión, el comportamiento que Valdez solía tener.
Este testigo señala que “El Narra”, como era conocido por sus amigos, tenía un temperamento volátil, y era descrito con un comportamiento casi “bipolar”. Esta persona señala que era particularmente difícil de tratar con él, lo que a veces complicaba el ingresar a la vivienda para realizar reparaciones.
Esta persona aseguró que Valdez Galloso fue el inquilino “más pesado” que ha tenido en más de tres décadas en su trabajo, pues siempre buscaba una excusa para no dejarlo entrar o dejarlo solo en la casa.
“Siempre tenía una excusa para no dejarme trabajar solo: que tenía una cita urgente, que debía irse a una fiesta o atender una emergencia. A veces ni me dejaba terminar el baño y salía disparado de la casa”, indicó al reportero.
Al ser cuestionado sobre si creía que Valdez pudo haber subido a El Taiger sin ayuda al maletero de su camioneta, este se mostró con duda, pues, de acuerdo con experiencias pasadas, El Narra solía quejarse de un dolor en el brazo cada que le pedía ayuda cargando equipo pesado a la vivienda.
El hombre señaló que Valdez siempre afirmaba ser dueño de una compañía de ventanas y tener conexiones en el mundo de la música, pero su comportamiento casi bipolar hacía que el testigo tuviera dudas al respecto.
“Mi mujer decía que había algo raro en él”, sugiriendo que incluso su familia percibía que El Narra podía tratarse de alguien peligroso o de poca confianza.
“A mí solo me interesaba hacer mi trabajo, pero había algo en su forma de actuar que siempre me ponía en alerta”, añadió el testigo, que realizó trabajos de plomería y albañilería en la vivienda de Hialeah.
El cubano confirmó que Valdez limpió la escena del crimen con mucho cuidado, pues un día después del incidente, este entró a la propiedad durante uno de sus trabajos y no vio rastro alguno de sangre o signos de violencia.
Según sus declaraciones, Valdez controlaba estrictamente el acceso al lugar y que, en muchas ocasiones, le llegó a ordenar interrumpir su labor y salir de la casa, argumentando que tenía “emergencias” o “reuniones importantes”.
De momento, es difícil saber si la información revelada por el testigo afecta en algo el caso, pues, en teoría, la policía de Florida ya debería saber del testimonio. Pese a esto, resulta curioso que algunas de las declaraciones contradicen la versión dada por las autoridades, las cuales afirmaron que Valdez, quien se quejaba constantemente del dolor de brazo, cargó a alguien de más de 200 libras hasta una camioneta y la subió al maletero.
Actualmente, Valdez se encuentra imputado por asesinato en segundo grado, aunque podría ver este cargo agravado si el Gran Jurado determina que hubo una premeditación en sus acciones.