Tiroteo en escuela de Georgia fue perpetrado por un niño de 14 años
Ahora, el menor enfrentará múltiples cargos de homicidio, esto en un proceso judicial que lo tratará como un adulto
Las autoridades del estado de Georgia revelaron la identidad del responsable de haber acabado con la vida de al menos cuatro personas y de haber dejado a más de 30 lesionados durante un tiroteo en una escuela secundaria de ese territorio este miércoles 4 de septiembre.
Se trata del menor Colt Gray, de solo 14 años de edad, quien habría utilizado un rifle de asalto para disparar dentro de las instalaciones de la secundaria Apalachee.
De acuerdo con el informe de la policía, los fallecidos fueron dos alumnos y dos profesores del lugar, identificados como Mason Schermerhorn y Christian Angulo, ambos de 14 años; y Richard Aspinwall, de 39 años de edad; y Christina Irimie, de 53.
Tras los disparos iniciales, dos guardias de seguridad se toparon con Gray, quien estudiaba en la misma escuela. Luego de ello, el menor se entregó a las autoridades sin oponer residencia, y ahora enfrentará cargos de homicidio en un proceso judicial que lo tratará como un adulto.
Jud Smith, jefe de policía del condado de Barrow, dijo que al menos nueve personas más resultaron heridas (ocho estudiantes y un profesor). Estos fueron trasladados de emergencia a hospitales cercanos, donde se espera que sobrevivan sin complicaciones.
La agencia de noticias AP logró entrevistar a Layla Ferrell, una estudiante de la escuela afectada, quien indicó que esta se encontraba en clases cuando en la pantalla del salón apareció el mensaje de “cierre total” y las luces comenzaron a parpadear.
El salón entero apiló los pupitres y sillas frente a la puerta, esto como medida para crear una barricada.
“Estábamos aterrados, no sabíamos qué estaba pasando”, relató.
Otra de las jóvenes, identificada como Kaylee Abner, dijo que estaba en clase de geometría al momento de escuchar los disparos. Su profesor volteó la mesa para bloquear la entrada mientras que ella y sus compañeros se agachaban detrás de esta.
“Un compañero rezaba a mi lado y le tomé la mano”, declaró la estudiante.
De acuerdo con la prensa local, el menor ya había sido investigado en mayo del año pasado, cuando el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) recibió pistas sobre amenazas hechas en línea en las que se hablaba de un posible tiroteo en una escuela del estado.
En aquella ocasión, se logró hablar con el menor y su padre, quien dijo que, aunque había armas en la casa, el niño no tenía acceso a ellas sin supervisión. Pese a las amenazas, no hubo causa probable para tomar medidas adicionales.
Ahora, los investigadores están intentando averiguar cómo es que el menor obtuvo esa arma y cómo fue que logró introducirla al plantel educativo.