Tras protestas de masones, el régimen acepta que tengan elecciones
Los masones protestaron recientemente en La Habana, donde se quejaron de la injerencia que el gobierno cubano ha tenido en sus asuntos internos
Luego de las protestas que se registraron en la Gran Logia Masónica de La Habana esta semana, el Ministerio de Justicia de Cuba (Minjus) no tuvo otra opción más que aceptar que la conocida organización celebre elecciones para elegir a un nuevo Gran Maestro.
Y es que este martes 23 de julio, decenas de hermanos de la Logia acudieron a la sede de La Habana para quejarse de la restitución de Mario Urquía Carreño como Gran Maestro de la Orden, lo cual fue ordenado por el Minjus en meses anteriores.
“La masonería cubana está haciendo un muy justo reclamo a todo lo que está pasando y consideramos que el señor Urquía Carreño es una persona con muy baja catadura moral como para ocupar el puesto de Gran Maestro y representarnos y ser nuestra voz ni aquí ni en ninguna parte del mundo”, indicó esta semana Evelio Núñez, miembro de la logia Eureka, durante la protesta.
Urquía fue expulsado a inicios de año por los propios masones luego de que se le acusara de la desaparición de casi 20.000 dólares que se encontraban bajo su cuidado.
Luego de que los miembros votaran unánimemente para expulsar a Urquía, el régimen intervino y anuló dicha acción, lo que generó descontento entre los miembros. Esto generó que los masones acusaran a las autoridades de entrometerse en los asuntos de la organización.
Como resultado, la Dirección de Asociaciones del Minjus, la cual invalidó la expulsión del Gran Maestro, ahora aceptó que las elecciones se repitieran “en correspondencia con los estatutos de la organización”.
La estatal Agencia Cubana de Noticias (ACN) compartió el resultado, señalando que una “exhaustiva evaluación de decisiones” hecha por el Supremo Consejo del Grado 33 para la República de Cuba y la Gran Logia de Cuba, se tocaron temas relacionados con sanciones a miembros de la Logia.
Esta evaluación, según la prensa oficialista, llegó a la conclusión de que hubo “irregularidades por incumplimiento de sus estatutos internos”.
Por último, la nota politizó el asunto asegurando que la masonería cubana se caracterizaba por su “cubanía, patriotismo, respeto a las leyes y adecuadas relaciones con la Dirección de Asociaciones del Ministerio de Justicia”.
