Trifulca en concierto de Ja Rulay en Cuba: cientos lanzan sillas y botellas
El disturbio fue tal que la PNR tuvo que intervenir, mientras cientos de fans salieron huyendo para no salir heridos

Una fuerte trifulca se registró la madrugada de este martes 15 de abril, durante un concierto del reguetonero cubano Ja Rulay, celebrado en el cabaret Tropicana Santiago, en Santiago de Cuba.
El periodista independiente Yosmany Mayeta Labrada, informó en Facebook que el conflicto comenzó cuando el artista interpretaba el tema “Se Calentó”, acompañado por sus coristas, en el momento de mayor entusiasmo del evento.
Imágenes compartidas en redes sociales muestran a varios asistentes lanzando objetos como sillas y botellas, mientras otros se retiraban del lugar para evitar lesiones. El incidente generó tales desmanes que motivó la intervención de las autoridades.
El enfrentamiento obligó a la intervención de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y de unidades conocidas como “boinas negras”, que actuaron para restablecer el orden.
Aunque no se han determinado las causas concretas del disturbio, algunos testigos sugieren que el conflicto se originó entre grupos enfrentados dentro del público.
Las entradas al concierto tenían un precio oficial de 2.000 pesos cubanos (aproximadamente 8 dólares al cambio informal), pero en la reventa se llegaron a ofrecer hasta por 3.500 CUP.
Esta cifra representa el salario mensual de muchos trabajadores en la isla, lo que pone en evidencia la desigualdad en el acceso a eventos de este tipo.
La llegada de Ja Rulay a Santiago de Cuba ya había provocado una gran movilización de seguidores el fin de semana anterior, con cientos congregándose alrededor de su hotel para intentar verlo de cerca.
Sin embargo, la violencia registrada durante su presentación ha generado preocupación entre los asistentes y ha reactivado la discusión sobre las condiciones de seguridad en conciertos en Cuba.
Ja Rulay se ha consolidado como una de las figuras más visibles del reguetón callejero en la isla. Su presencia en redes sociales está marcada por imágenes en las que aparece conduciendo autos de alta gama, mostrando prendas costosas y repartiendo dinero o artículos a sus seguidores.
A pesar de su estilo ostentoso, el artista no ha asumido posturas políticas públicas. Ha comentado sobre la necesidad de frenar el tráfico de drogas, pero no ha emitido declaraciones críticas hacia el sistema.
Esta actitud le ha permitido mantener presencia en espacios que generalmente son restringidos para artistas con posturas abiertamente opositoras.
Como resultado, su figura ha sido tolerada, e incluso promovida, en determinados contextos institucionales, en contraste con músicos que han expresado opiniones contrarias al gobierno y que enfrentan restricciones para actuar o circular por el país.