Trump revoca visas a este país por no recibir deportados: podría aplicar sanciones similares a Cuba
Marco Rubio anunció que las visas de todos los titulares serán anuladas y no se emitirán nuevas hasta que el país demuestre cooperación plena

El gobierno de Estados Unidos revocó el sábado todas las visas otorgadas a ciudadanos de Sudán del Sur, en respuesta a la negativa del país africano de aceptar la repatriación de sus nacionales.
La medida, impulsada por el presidente Donald J. Trump y confirmada por el actual secretario de Estado, Marco Rubio, refleja un endurecimiento en la política migratoria estadounidense, especialmente contra países que no cooperan en la deportación de sus ciudadanos.
Rubio anunció que “las visas de todos los titulares de pasaportes sursudaneses serán anuladas, y no se emitirán nuevas visas hasta que Sudán del Sur demuestre cooperación plena”. Esta decisión, de efecto inmediato, se mantendrá indefinidamente mientras persista la negativa del país africano.
Washington insiste en repatriaciones obligatorias
La acción se justifica en el principio internacional que exige a los Estados aceptar el regreso de sus ciudadanos cuando otro país así lo solicita. Sudán del Sur ha incumplido este principio, lo que motivó la sanción.
La decisión ocurre mientras ese país enfrenta una escalada de tensiones internas, con nuevos enfrentamientos entre el ejército y la milicia del Ejército Blanco, así como la detención domiciliaria del vicepresidente Riek Machar, figura clave de la oposición.
En este contexto, mediadores de la Unión Africana han llegado a Juba, capital del país, para intentar frenar un nuevo conflicto civil. Las divisiones étnicas entre los grupos Dinka y Nuer agravan la situación.
Advertencia implícita para Cuba
La medida contra Sudán del Sur envía un mensaje claro a otros países que se niegan a aceptar deportaciones, entre ellos Cuba. La administración Trump había advertido que se aplicarían restricciones de visado o tarifas a los Estados que no cumplieran con los acuerdos de repatriación. Esta línea de acción continúa vigente bajo la nueva administración.
Actualmente, unos 26.000 cubanos que ingresaron a Estados Unidos después de marzo de 2024 enfrentan un limbo legal tras la eliminación del parole humanitario. Al no haber cumplido el requisito del año y un día para acogerse a la Ley de Ajuste Cubano, podrían ser deportados si no regularizan su estatus antes del 24 de abril de 2025.
Miles de cubanos en riesgo de deportación
A esta cifra se suman cerca de 300.000 cubanos bajo libertad condicional con el formulario I-220A. Este documento no garantiza protección contra la deportación. En caso de que el régimen cubano se niegue a recibir a sus nacionales deportados, Estados Unidos podría imponer sanciones similares a las adoptadas con Sudán del Sur, como la revocación de visas y la suspensión de nuevas autorizaciones de entrada.
Estas decisiones reflejan una estrategia más agresiva en materia migratoria, que busca presionar a gobiernos reacios a cooperar, mientras pone en alerta a decenas de miles de cubanos que aún no logran regularizar su situación.