Turistas rusos se quejan por las picaduras de jejenes en hoteles cubanos
Funcionarios castristas aseguraron que estos piquetes eran inofensivos, pero convenientemente olvidaron mencionar el virus del Oropouche
Varios turistas rusos que visitaron Cuba durante sus vacaciones regresaron quejándose de la experiencia, pues durante su estadía se la pasaron experimentando picaduras de jejenes en los hoteles y las playas de la Isla.
Según el medio ruso RATA-News, estos turistas señalaron que las picaduras comienzan siendo invisibles, pero conforme pasan las horas, se forman ronchas dolorosas que terminaron generando molestias, las cuales, en los casos más graves, no fueron aliviadas por antihistamínicos comunes.
Las autoridades del turismo en Rusia cuestionaron a la Embajada de Rusia en Cuba sobre los riesgos que esto implica. Al respecto, la consejera de turismo de la sede, Cristina León, afirmó que estas picaduras eran habituales en países tropicales y regiones calurosas, y que eran consideradas inofensivas.
“No representan un peligro grave, aunque algunas personas pueden experimentar reacciones alérgicas. Esto no debería desanimar a los turistas de visitar playas como Varadero, reconocidas entre las mejores del mundo”, afirmó León al Comité de Turismo Doméstico.
Lo que la funcionaria convenientemente evitó mencionar es el hecho de que estos insectos son los principales vectores del virus del Oropouche, una enfermedad que llegó a Santiago de Cube en mayo y ya se encuentra en el resto de las provincias del país, lo que ha generado miles de contagios.
La enfermedad comparte muchos síntomas con el dengue, contagiado por la picadura del mosquito Aedes aegypti, lo que hace que su detección se complica. Debido a esto, la enfermedad generó caos en el sistema sanitario los primeros meses tras su llegada a Cuba.
Ahora, las autoridades castristas afirman que se ha detectado una ligera disminución en la cantidad de casos de Oropouche en Cuba, aunque no compartieron cifras concretas y reconocieron que continúa siendo un problema grave.
En ese sentido, resulta obvio que las autoridades cubanas evitaran mencionar ese “pequeño” detalles tras ser cuestionados sobre el riesgo en el que estaban los turistas que visitaron la Isla, pues una noticia así podría impactar el ya dañado sector turístico.
Y es que, según cifras oficiales, Rusia es uno de los principales emisores de turistas que tiene Cuba, con más de 133.000 visitantes rusos arribando a la Mayor de las Antillas entre enero y agosto de este año.
Pese a esto, las autoridades castristas reconocieron que iba a ser imposible cumplir con la meta de turistas rusos que se habían propuesto para este 2024, lo que reflejaba una situación preocupante para el régimen, el cual depende en gran medida de las divisas extranjeras captadas por sus hoteles de lujo.