Un barbero de Santa Clara habría muerto como mercenario en Ucrania

Pese a las denuncias hechas por el pueblo de la Isla, los ciudadanos cubanos continúan perdiendo la vida en Ucrania luego de unirse al Ejército ruso como mercenarios a cambio de la promesa de beneficios migratorios y un pago considerable.

El último de estos en ser identificado fue Camilo Ochoa, un barbero de 34 años de edad que trabajaba en el barrio “El Condado”, en Santa Clara.

Según el medio Radio Martí, Ochoa habría muerte durante unas recientes acciones militares en la invasión de Ucrania, hecho que fue denunciado por su familia.

“No sabemos prácticamente nada de él. Nuestra hermana, que está en Rusia, está haciendo todos los trámites. Le faltaba un mes para terminar su contrato en la guerra”, declaró la hermana de este, Bárbara Ochoa, desde Santa Clara.

Su familia señala que, al igual que otros, Ochoa salió de la Isla con el objetivo de ganar dinero y mejorar la vida de sus seres queridos, por lo que este no dudó en participar en la invasión a Ucrania a cambio de una considerable suma de dinero.

Ochoa viajó a Moscú en 2023, luego de haber sido contactado por una joven que le ofreció un contrato de un año en el bando ruso. Lo que más le duele a su familia es que este perdió la vida faltando menos de un mes para haber completado ese contrato.

El citado medio señala que Ochoa murió luego de que una bomba cayera cerca de él, matándolo junto a otros nueve cubanos que luchaban para el ejército de Vladímir Putin.

Ochoa dejó atrás a su esposa, identificada como Yamarys Yaray, y a sus dos hijas, una de 12 años y otra de solo tres.

Yaray sostiene que la familia no ha recibido una confirmación oficial de su muerte, por lo que se reusó a hacer más declaraciones a la prensa.

“Si Dios decidió o no quitarle la vida a Camilo, no lo sé, porque oficialmente no tengo nada dado, y no tengo por qué darle información oficial a nadie”, indicó la mujer durante una llamada telefónica.

De acuerdo con vecinos de la familia, la esposa de Ochoa viajó a Rusia por varios meses con el objetivo de comprar una casa, y la noticia de su muerte llegó poco después de que esta regresara a la Isla.

“Ni siquiera le van a devolver el cuerpo. Ella llamó a la Embajada de Rusia en Cuba y le dijeron que van a hacerle una misa en Rusia y le recogerán algo de dinero. La esposa va a regresar a Rusia y no sabe cómo enfrentar esa realidad”, afirmó una de sus vecinas bajo condición de anonimato.

Por su parte, Eugenio Martínez, un amigo de la infancia del fallecido, lamentó lo ocurrido, e instó a la juventud cubana a no desperdiciar su vida en Rusia, pese a los salarios que ofrecen.

“No vaya nadie a Rusia a luchar, porque, si no luchas por tu país, ¿para qué vas a ir a luchar por otro? (…) Nunca logras tu sueño de regresar con dinero de la guerra. A todos los que conozco, que son muchos, los han matado poco antes de que termine su contrato”, indicó.