Hace pocos días se cumplió el 56 aniversario del fallecimiento de Benny Moré, donde se realizó un documental sobre el “Bárbaro del Ritmo” por Jorge Luis Sánchez y fue transmitido mediante el programa La pupila asombrada.
En el documental se muestra cómo vivió el pequeño Benny, quien nació en el año 1919. Aquellos tiempos eran los del “Machadato”, gobierno de Gerardo Machado, situación que les permitía comer solamente un plato de comida al día.
La época que le tocó vivir al pequeño Bartolomé Maximiliano era difícil, y a pesar de todos los problemas e inconvenientes, Bartolo tenía voluntad. Siempre decía que iba ser famoso y llegaría a ser alguien en la vida: “Voy a ser famoso y, cuando sea grande, te voy a comprar una casita”, le decía continuamente a su madre, algo prácticamente imposible para un pobre en aquellas épocas.
Nunca se sabe lo que el coctel biológico le tiene preparado a uno en su rumbo por la vida, pero lo que sí se sabe es que Benny tenía en su ADN un destino que llegó a cumplir contra todo pronóstico. Nació pobre, presentó enfermedades, desarraigo, discriminación, tuvo decenas de hermanos y así logró el triunfo.
El Benny cuando llega a obtener el triunfo, compartía su dinero con los desposeídos, los muertos de hambre, sus pariguales de la pena. Debido al maltrato que sufrió de niño y por todos aquellos que lo expulsaban de los bares o cafés, no asistía a los lugares que lo invitaban estas personas. También dejaba plantada a la burguesía de Haití, y a aquellos ricos que concurrían al cabaret Montmartre.
Al llegar al triunfar, al Benny le pagaban cheques de hasta 20,000 mil dólares por sus grabaciones, una suma bastante alta para aquellos tiempos, y gran parte de sus ganancias las donaba a los desposeídos que no tenían nada.
En una experiencia en la que el Benny se presentó en un pueblo de campo a cantar, asiste una mujer algo mal vestida y con un pequeño en los brazos y le dice al cantante: “Benny, yo fui novia tuya”, debido a este comentario, el intérprete le dijo a su administrador, “Dale a esta mujer todo el dinero que ganamos hoy”. A lo que el administrador respondió: “Benny, este es el dinero de los músicos, que tú sabes que viven al día”. “Dale el dinero a ella, después veremos qué hacemos”.
El Benny falleció el día 19 de febrero de 1963. Él era un cantante de pueblo, por eso el día de su muerte fue una gran catástrofe cultural, todo el pueblo se sintió herido y sufrió el dolor de una gran pérdida.
Las masas humildes de todo el país pasaron por un fuerte dolor nacional, había fallecido el “Bárbaro del Ritmo”, y no solamente de Cuba, sino también de todo el continente. En los países como Puerto Rico, México, Colombia y Panamá también se mantuvieron en duelo. Según como dice Carlos Gardel, murió el mejor, quién cantaría cada vez mejor.
Los especialistas de la música han valorado al artista por su “buen gusto”, y que era alguien que no dejaba a nadie indiferente. El arte es como parte de la vida de un país, es como un pedazo de la nación donde se nace, es todo lo que representa el dolor y la alegría del pueblo.
El “Bárbaro del Ritmo” fue y se mantendrá siendo un ícono de la música popular cubana, y como expresó Guillermo Rodríguez Rivera, la música popular es el alma de la cultura de la Isla.
